San José.— “Me dio un beso a la fuerza”, narró una niña colombiana sobre el acoso sexual de un profesor en un colegio de secundaria de Colombia, en un caso por el que ayer se intensificó una indagación judicial, policial y administrativa contra 10 docentes por un prolongado asedio a alumnas a cambio de favores para que ganaran sus cursos lectivos.

Empeñado en besarla, “me acorraló” en una pared, contó la menor acerca del hostigamiento de los educadores en un centro estudiantil público de Bucaramanga, capital del nororiental departamento (estado) de Santander.

Algunos docentes enviaron fotografías de sus partes íntimas a las colegialas. Es “arte”, les dijeron, en una acometida que iniciaron en 2018 y que exhibió uno de los graves problemas de violencia en Colombia contra las mujeres. “Existe una alta tasa de feminicidios y de agresión sexual”, dijo la colombiana Cristina Rosero, asesora legal en Bogotá del (no estatal) Centro de Derechos Reproductivos, grupo mundial defensor de los derechos humanos.

“Es violencia estructural por preconcepciones machistas. Las más afectadas son menores y adolescentes, en especial de 10 a 14 años, y los principales agresores sexuales son personas cercanas a su entorno”, explicó Rosero a EL UNIVERSAL.

De julio a octubre de 2019 en Colombia, seis menores de 14 a 17 y un adulto de 22 violaron a una niña de 14. El Monstruo de la Montaña, un colombiano de apellido Galvis y 46 años, cayó preso en mayo de 2019 por ser un violador en serie: abusó de 24 mujeres.

El (estatal) Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Colombia informó que realizó 22 mil 115 exámenes medicolegales por presunto delito sexual contra mujeres en 2019, a 60.5 por día, y 22 mil 304 en 2018, a 61.1 diarios. En contraste, sólo efectuó 3 mil 580 a hombres en 2019, a 9.8 por día, y 3 mil 755 en 2018, a 10.2 diarios, precisó.

La tendencia prosiguió en enero de 2020, con mil 591 a mujeres, a 51.3 cada 24 horas, en comparación con enero de 2019, con mil 577 y 50.8 al día, según datos preliminares del instituto, que para los hombres reportó 254 en enero de 2020, a 8.1 por día, y 245 en 2019, a 7.9 diarios.

El número de feminicidios aumentó de 63 en enero de 2019 a 71 en enero de 2020. Las cifras anuales de asesinatos de mujeres subieron de 902 en 2016 y 940 en 2017 a 960 en 2018 y a 976 en 2019, detalló.

Como país en guerra civil desde 1964, Colombia arrastró una incesante violencia por décadas, pero en un fenómeno paralelo al proceso de paz, de 2012 a 2016, el dato oficial de los asesinatos de hombres bajó de 11 mil 585 en 2015 a 9 mil 772 en 2016 y a 9 mil 928 en 2017, con un repunte a 10 mil 337 en 2018 y a 10 mil 651 en 2019 y 820 sólo en enero anterior.

El (no estatal) Centro de Recursos para el Análisis de los Conflictos (CERAC) registró más de 8.6 millones de víctimas de 1964 a 2016: unos 225 mil muertos, unos 45 mil desaparecidos, más de 6.4 millones de desplazados a la fuerza y centenares de miles que sufrieron terrorismo, secuestro, tortura, ataque a la libertad sexual, pérdida de propiedades y abandono o expulsión de tierras.

Violencia imparable

Por la guerra contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que en 2016 firmó la paz con el gobierno para poner fin a más de 52 años de conflicto bélico y se disolvió, o por narcotráfico, minería ilegal, paramilitarismo, crimen organizado y delincuencia común, Colombia se consolidó desde la década de 1960 como uno de los países más violentos de América. La guerrilla del izquierdista Ejército de Liberación Nacional (ELN), que se alzó en 1964, nunca cesó la pugna con el Estado. “Hay afectación especial a las mujeres en contextos violentos, exacerbados y exagerados por grupos en armas que establecen un orden basado en discriminarlas”, detalló Rosero, al advertir que “las niñas y las adolescentes son las principales víctimas de la violencia sexual en esos conflictos armados”.

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