La pareja David y Louis Turpin, acusados de mantener cautivos y torturar a sus 13 hijos de entre dos y 29 años, comparecerá el jueves ante un tribunal, confirmaron ayer medios locales.

Los esposos Turpin fueron detenidos el pasado domingo después de que una de sus hijas lograra escapar y diera aviso a la policía de lo que estaba sucediendo. Según los oficiales que atendieron el caso, la joven tenía 17 años, pero aparentaba en torno a 10.

Al llegar a la casa ubicada en la ciudad de Perris, en California, los policías encontraron en condiciones de suciedad y desnutrición a las 10 mujeres y tres hombres, varios de ellos amarrados a la cama con cadenas.

De acuerdo con fuentes judiciales citadas por CNN, la pareja tiene programada una audiencia ante los tribunales este jueves.

El hombre de 57 años y la mujer de 49 fueron detenidos y acusados ​​de tortura y de poner en peligro a los niños. Las autoridades fijaron una fianza de nueve millones de dólares para cada uno.

El caso ha conmocionado a la comunidad, donde los vecinos dijeron sentir rabia y tristeza de que algo así pasara en sus narices. Érica Carmona, que vive a tres casas, llegó a pensar una vez que esos chicos estaban secuestrados, después de que una vez que vio a algunos de ellos con la madre. “Delgados, tristes, como agachados, sin querer mirar, pensé que tenían una condición especial; una vez me dije ‘capaz están secuestrados’”, dijo a la AFP esta mujer de 34 años, madre de tres niños. Pero rápidamente se respondió: “¿Cómo crees? Esa es mi cabeza volando”.

“Parecían vampiros pálidos y muy flacos”, dijo Kimberly Milligan, otra vecina, acerca de los tres niños que había visto. “Nunca recibían amigos o familiares”.

Hasta donde se sabe, los Turpin son oriundos del estado de Virginia y son particularmente religiosos. David tra bajó como ingeniero en la compañía aeroespacial Lockheed Martin y luego estuvo por ocho meses en Northrop Grumman con sueldos de 140 mil dólares anuales, mientras Louise se dedicaba al hogar. Sin embargo, se declararon dos veces en bancarrota, por deudas que iban de los 100 mil a los 500 mil dólares. En 2014 se trasladaron desde Texas al barrio de clase media de Perris, al sureste de Los Ángeles, donde fueron detenidos.

Los hijos de los Tupin no iban a la escuela y David tenía una licencia para tener una escuela en su casa.

El agente de la Oficina del Alguacil de Riverside Greg Fellows explicó que las razones por las que la pareja es acusada de tortura “saltan a la vista”. “Tener 17 años y aparentar 10, estar encadenado a una cama, estar malnutrido y tener lesiones asociadas con esto es lo que yo llamaría tortura”, afirmó. La ley estatal contempla una pena de hasta 20 años de cárcel por ese delito.

Hasta ahora, no se han detectado huellas de abusos sexuales en los hijos del matrimonio. Tampoco se encontraron señales de que la pareja sufriera alguna enfermedad mental o de que las condiciones en que estaban sus hijos estuviera relacionada con creencias religiosas de la familia.

Los 13 fueron trasladados a hospitales de la zona, tratados por desnutrición y sometidos a otras pruebas de diagnóstico.

Mark Uffer, director del centro médico regional Corona, donde están internados los mayores de 18 años, describió su estado como “estable”.

“Están cómodos y se encuentran en un entorno muy seguro”, dijo. “Han pasado por una experiencia muy traumática. Puedo decir que son muy amables. Son muy cooperativos y creo que tienen la esperanza de que la vida mejore después de esto”, añadió.

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