Washington.— El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, y el secretario de Estado, Mike Pompeo, viajan hoy a Ankara para presionar a Turquía a detener la ofensiva contra los combatientes kurdos en Siria, declaró el presidente Donald Trump.

“Estamos pidiendo un alto el fuego. Hemos puesto las sanciones más fuertes que puedas imaginar, pero reciben muchas. Tenemos muchas más en la recámara si no tienen impacto, incluyendo aranceles masivos sobre el acero”, dijo Trump. Un alto funcionario estadounidense rechazó detallar en declaraciones a los periodistas si Pence llegará a reunirse con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y se limitó a decir que el objetivo del viaje es negociar un alto el fuego y mostrar a Ankara que EU “está molesto” con su ofensiva en el norte de Siria.

La ofensiva turca, que comenzó el pasado 9 de octubre, se dirige contra las milicias kurdas Unidades de Protección del Pueblo (YPG), aliadas de Washington en la lucha contra el Estado Islámico (EI), aunque Turquía las considera terroristas. Las fuerzas kurdosirias mantienen cautivos a miles de prisioneros del EI en Siria y han tenido que reducir el número de efectivos que vigilan esas cárceles para hacer frente a la ofensiva turca.

De momento, Estados Unidos no ha detectado ninguna “gran” fuga de prisioneros y sólo ha contabilizado el escape de entre 50 y 150 familiares de los radicales que estaban recluidos en campos, detalló el funcionario. Esa fuente aseguró que si Ankara no accede a un alto el fuego, la Unión Americana continuará presionando con sanciones, como las que ya impuso este lunes a tres ministros turcos.

Erdogan respondió: “Nos dicen: ‘Declaren un alto el fuego’. Nunca podremos declarar un alto el fuego”. Además, el gobernante dijo no “estar preocupado” por las sanciones que impuso el gobierno de Trump.

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