El Tren Interurbano México-Toluca, también conocido como El Insurgente, en su tramo de Santa Fe hacia Observatorio, iniciará operaciones al público a finales de enero próximo, por lo que se encuentra en proceso de pruebas para garantizar que cumpla con los estándares de calidad y seguridad, aseguró Andrés Lajous Loaeza, titular de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF).
EL UNIVERSAL acudió a las pruebas dinámicas y estáticas que se llevan a cabo en dicho tramo con el paso del tren sobre el viaducto elevado de concreto, incluyendo el conocido Puente Atirantado —único en el mundo por su diseño en curva y su uso para rieles— con el fin de analizar el comportamiento de las estructuras.
Uno de los objetivos es detectar durante el paso del tren deformaciones y desplazamientos de los puentes elevados, mediante análisis topográficos y acelerómetros.

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“El objetivo es terminar en los últimos días de enero ya con la apertura comercial”, indicó Lajous Loaeza en entrevista.
El funcionario aseguró que la obra civil ya concluyó y las estaciones Vasco de Quiroga y Observatorio se encuentran en proceso de acabados.
En materia operativa, El Insurgente está en fase de pruebas.
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“Tienes la vía, el propio tren, la electricidad, el sistema de señalización y control, aparte de la propia obra civil. Y todos los elementos tienen que funcionar juntos”, destacó.
“Hay todavía algunas cosas que están en proceso y que seguimos dentro del plazo para que pueda tener apertura comercial en tiempo, y hay cosas que se están trabajando ahorita. Ya son principalmente elementos de acabados, algo de señalética, tal vez material de piso de los andenes, pero ningún componente de obra mayor”, recalcó.
El titular de la ARTF subrayó que la empresa alemana TÜV Rhein- land será la encargada de emitir la certificación final para la puesta en marcha del tren, con más de 10 años en ejecución, y que conectará a Toluca, Estado de México, con el Metro Observatorio de la Línea 1, en la Ciudad de México.
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“Se van haciendo las pruebas de cada uno de los sistemas para ver que efectivamente funcionan en su conjunto y que se cumplen todos los criterios y estándares de calidad y de seguridad que hace una evaluadora independiente. Hay una certificación, como en otros proyectos ferroviarios que ha habido, que se evalúa la seguridad de los sistemas. No lo puede hacer ni la institución ni el constructor o el responsable del material rodante, sino que tiene que ser una evaluación independiente”, apuntó Lajous Loaeza.
Las pruebas dinámicas y estáticas se llevan a cabo tres veces al día y se ejecutan con dos trenes acoplados (unidos entre sí), cargados de costales de arena (que simulan el peso de pasajeros) y que circulan de la estación Santa Fe a Observatorio.
Durante el recorrido se observó que los ensayos consisten en verificar el funcionamiento y la operación de los viaductos prefabricados al paso de dos trenes que miden 100 metros cada uno, con una carga total de 440 toneladas de arena reunidos en costales que simulan la carga con pasajeros (220 toneladas por tren).
“Estamos posicionando el tren ahorita en un momento sin carga para que hagan las mediciones topográficas. Posteriormente, pasaremos el tren sobre el viaducto prefabricado para poder medir nuevamente y verificar las deformaciones. El límite de la norma marca 2 milímetros. Hemos tenido marcas de 0.2, 0.3, que estamos muy dentro de la norma”, aseguró Guillermo Alejandro Almaraz, coordinador de pruebas y material rodante de la empresa Sener.
Se estima que las pruebas estáticas y dinámicas concluyan este mes. Las primeras consisten en posicionar el tren en cada zona prefabricada y analizar el comportamiento de la base y, las segundas implican las evaluaciones con acelerómetros a lo largo del viaducto para monitorear el paso del tren a una velocidad de 60 kilómetros por hora.
A la par, estas pruebas permiten conocer el comportamiento del tren con la catenaria, la vía y señalización. Almaraz indicó que las evaluaciones hasta el momento arrojan que “los viaductos están operando bien, con una buena estructura sólida y correcta”.
La última etapa de ensayos, que se estima se ejecuten en enero, previo a obtener la certificación final y su puesta en marcha, será el análisis del comportamiento de las estructuras y corrida del tren sin carga de costales, para verificar que la señalización funcione correctamente y el centro de control opere en su totalidad.
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