Paso de Cortés.— Este martes, peregrinos provenientes del estado de Puebla cruzaron a pie el Paso de Cortés, un antiguo camino entre el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl, dos de las montañas más grandes de México. La ruta, que puede tomar más de 12 horas, fue recorrida por cientos de personas decididas a cumplir su manda.
Para algunos, es una forma de agradecer un favor recibido por la Virgen de Guadalupe; para otros, una petición urgente, y para muchos más, una convicción heredada de generación en generación.
Cada año, los peregrinos guadalupanos recorren senderos, brechas y carreteras de todo el país para llegar a tiempo, antes del 12 de diciembre, a la Basílica de la Virgen de Guadalupe en la Ciudad de México y encomendarse o agradecerle a la mujer del manto verde y la piel morena que, según la tradición católica, es la madre de Jesús.

La lluvia está a punto de caer y una neblina tenue envuelve de blanco a los peregrinos que, después de más de siete horas de caminata, alcanzan por fin el punto de descanso del Paso de Cortés. Fogatas, vendas para los pies, café caliente y platos de pozole reciben a los caminantes cansados después de una larga subida. Aún les esperan al menos otras cuatro horas de bajada por el bosque para llegar a su destino del día: el poblado de Amecameca, en Puebla.
Caminan solos, en compañía de sus familias, con bebés cargados en brazos o acompañados de adultos mayores que conocen el sendero de memoria. Todos avanzan unidos por su fe, llevando en sus espaldas imágenes de la Virgen de Guadalupe: figuras de yeso, mantos de tela, playeras o retratos de madera.
La mayoría de los peregrinos que recorrió esta ruta montañosa partió alrededor de las 03:00 de la mañana de este martes desde Santiago Xalitzintla, un poblado que funciona como punto de descanso para quienes se proponen atravesar el Paso de Cortés.
Casas de campaña, petates y cobijas tendidas sobre el suelo ocuparon buena parte de la plaza del pueblo. Ahí, decenas de personas pasaron la noche del lunes tras haber caminado durante todo el día desde sus barrios, colonias y comunidades.
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