El año pasado, el Producto Interno Bruto (PIB) del sector de la vivienda alcanzó un valor de 1.7 billones de pesos, un crecimiento de 3.1% frente a 2023 y aportó 5.4% de la economía total, de acuerdo con la información más reciente del Inegi.
Sin embargo, la construcción de casas y departamentos nuevos no fue lo que impulsó el crecimiento del sector, ya que disminuyó 12% contra 2023 y fue la caída más profunda desde 2020, cuando se desplomó 15.3% a consecuencia de la pandemia de Covid-19.
También significó el sexto año consecutivo a la baja, dado que la nueva vivienda va en picada desde 2019, cuando arrancó la administración del expresidente Andrés Manuel López Obrador.

Lee también Precios de la carne al alza por cierre de frontera a ganado mexicano: Comecarne
El año pasado, las actividades que crecieron fueron servicios de financiamiento, con 12.4%; autoconstrucción, 10.6%, y autoproducción, 5.6%, indica la Cuenta Satélite de Vivienda del Inegi.
La autoconstrucción es cuando una persona edifica su casa sin ayuda de un albañil o arquitecto; mientras que la autoproducción consiste en la construcción de vivienda con el apoyo de estos trabajadores.
El director general de Forecastim, Ricardo Trejo, recordó que, desde el sexenio de López Obrador, la industria de vivienda formal inició su retroceso y acentuó la caída en 2020 y 2021 por la pandemia.
“Se acumulan casi 10 años de crisis en el sector inmobiliario formal, eso explica la caída en 2024 aunque para este año calculamos que va a crecer”, dijo el líder de la empresa de análisis económico.
Lee también Por inseguridad, abandonan al campo: CNA; extorsión sube entre 10% y 20% el precio de alimentos, afirma
“Todo el sexenio de López Obrador y hasta el año pasado, fue una industria muy tocada, mientras que el sector informal, autoconstrucción y autoproducción, creció mucho”, comentó.
En su opinión, los apoyos económicos que el gobierno federal da a varios sectores de la población en ocasiones se utilizan para la construcción informal de vivienda.
“Creemos que una parte de los subsidios que dio el gobierno federal al otorgar dinero de manera directa impulsó la construcción informal de vivienda, por eso el año pasado ese valor creció”, indicó.
Lee también El Buen Fin no ayudó a la inflación, indica Banxico
En cuanto al financiamiento, Trejo señaló que su repunte se debe al descenso que tuvo en 2023, pero también puede ser consecuencia del crédito público que otorga la Comisión Nacional de Vivienda, no necesariamente hipotecario, pero que se destina a los inmuebles.
Los registros del Inegi muestran que los servicios inmobiliarios cayeron 0.7% el año pasado, muestra del poco dinamismo en compra y venta de vivienda nueva.
El miembro del Consejo de la Asociación de Vivienda en Renta, Carlos Valladares, dijo que el sector inmobiliario lleva un par de años en “supervivencia económica”, pues la compra de casas y departamentos es complicada por los altos precios y tasas de interés, por lo tanto, el mercado se reorganiza.
Esto ha ocasionado que avance el financiamiento no necesariamente de un crédito hipotecario, sino de la autoproducción.
“Para que las familias amplíen o construyan sus viviendas por etapas, se pueden financiar con crédito bancario que no necesariamente es hipotecario sino al consumo y van construyendo. No se meten en una hipoteca que es mucho más cara y a largo plazo porque todo se está encareciendo y se está complicando porque no hay viviendas nuevas”, detalló.
Lee también Canasta básica, con mayor alza de precio en dos años
Desde su punto de vista, el valor de la construcción de vivienda en la Ciudad de México tendrá un retroceso de 15% este año, con un déficit de 700 mil unidades que se requieren y no se construyen.
El también vocero de la iniciativa Revive destacó que existe una amplia brecha entre los ingresos familiares contra los precios reales de las casas y departamentos.
“El precio de la vivienda ha aumentado nueve veces más rápido que el salario promedio en la Ciudad de México. Esto no es sólo una crisis, es una condena para las nuevas generaciones que buscan echar raíces en su propia ciudad”, mencionó Valladares.
Paradójicamente, agregó, mientras que la vivienda nueva se vuelve inalcanzable, hay 207 mil unidades deshabitadas y casi 27 mil en plataformas como Airbnb, que ya no están disponibles ni para renta.
sin interrupciones.
sin límites.