Washington.— El presidente estadounidense, Donald Trump, destituyó ayer al secretario de Estado, Rex Tillerson, y lo reemplazó por el hasta ahora director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Mike Pompeo, en un anuncio hecho por sorpresa y a través de Twitter. Gina Haspel fue nominada para convertirse en la primera mujer en dirigir la CIA.

Pompeo “hará un trabajo fantástico”, tuiteó Trump, quien agradeció a Tillerson su trabajo como secretario de Estado. “¡Felicidades a todos!”, añadió el tuit.

Tillerson no pudo hablar con Trump hasta el mediodía, casi cuatro horas después de que el presidente anunciara su despido, según explicó a periodistas en el Departamento de Estado. “Ahora volveré a la vida privada como un ciudadano privado, un estadounidense privado, orgulloso de la oportunidad que he tenido de servir a mi país”, dijo Tillerson, quien cedió sus responsabilidades a su número dos, John Sullivan, y dejará su cargo el 31 de marzo tras realizar algunas tareas administrativas.

El hasta ahora jefe de la diplomacia estadounidense “desconoce la razón” de su cese y “tenía toda la intención de seguir” en el cargo, aseguró en un comunicado el subsecretario de Estado para la Diplomacia Pública, Steve Goldstein, quien también fue despedido después de hacer esas declaraciones. Los roces de Tillerson con Trump fueron constantes y tuvieron su máximo exponente durante la crisis entre Qatar y sus vecinos a mediados de 2017, cuando según informes de prensa, Tillerson pensó en dimitir e incluso habría llamado “imbécil” al presidente.

Trump explicó que estaba en conversaciones con Tillerson sobre su futuro desde hacía “algún tiempo”. “Teníamos distintas opiniones”, alegó el mandatario. “Creo que Rex será mucho más feliz ahora”.

La Casa Blanca destacó el deseo del presidente de tener un nuevo equipo al entablar negociaciones históricas con Corea del Norte. Trump aceptó la semana pasada una invitación del líder norcoreano Kim Jong-un a una reunión para fines de mayo para discutir la desnuclearización de la península coreana.

Ahora, Trump contará con uno de sus más firmes defensores en el Departamento de Estado. Pompeo, de 54 años, es ultraconservador, seguidor del Tea Party y coincide con la línea dura de Trump en cuestiones como Irán o Corea del Norte.

Tanto él como Haspel tendrán que ser confirmados en sus nuevos cargos por el Senado. Sin embargo, las denuncias de que ella supervisó un centro secreto de detención donde se aplicaron métodos considerados como tortura, como el waterboarding, han desatado polémica.

“Agradezco al presidente Trump la oportunidad (...) de ser nominada como próxima directora de la Agencia Central de Inteligencia”, dijo Haspel, de quien se prevé enfrentará un examen minucioso durante sus audiencias de confirmación.

“La tortura de detenidos bajo custodia de EU en la última década es uno de los capítulos más oscuros en la historia del país”, dijo el senador republicano John McCain, torturado siendo prisionero de guerra de Vietnam. “Haspel debe explicar —en las audiencias de confirmación— la naturaleza y extensión de su participación en el programa de interrogación de la CIA”, agregó.

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