A una semana de las elecciones presidenciales en Honduras, el tribunal electoral reanudó ayer el conteo de votos y la revisión de actas con irregularidades, sin lograr un acuerdo con la oposición, para definir el ganador de los comicios entre el actual mandatario Juan Orlando Hernández y el opositor Salvador Nasralla.

En tanto, miles de manifestantes de la oposición salieron a las calles de Tegucigalpa para denunciar lo que califican de fraude.

La revisión parcial de las actas fue suspendida el jueves, cuando con 94.35% de las actas escrutadas, el TSE informó que el presidente Hernández, postulado por el derechista Partido Nacional, sumaba 42.92% de los votos contra el 41.42% de Nasralla, apoyado por la izquierdista Alianza de Oposición Contra la Dictadura.

La indignación de la oposición surgió porque el lunes Nasralla tenía cinco puntos de ventaja. Sin embargo, cuando comenzaron a actualizarse las cifras la diferencia fue cayendo y Hernández se puso al frente con apenas un punto de diferencia, después de una serie de interrupciones en el sistema informático del TSE, una de ellas de cinco horas.

Tal situación provocó airados reclamos de fraude que desataron violentas protestas en toda Honduras, con saqueos de negocios. Las sospechas de fraude se han visto estimuladas porque Hernández se postuló a un nuevo mandato amparado en un cuestionado fallo judicial, a pesar de que la Constitución hondureña prohibe la reelección.

“¡Fuera JOH, Fuera JOH! [iniciales del presidente Juan Orlando Hernández]”, repetían los manifestantes, que hacían sonar cacerolas y trompetas.

“Ese presidente que está allí [Hernández] es un fraude. Estamos hartos, no queremos una dictadura. Instituciones internacionales, pongan sus ojos en Honduras”, decía un joven que cubría su rostro con un pañuelo.

El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), David Matamoros, precisó que el tribunal revisaría mil seis actas con inconsistencias, pero la alianza opositora exige la revisión de 5 mil 173. El TSE esperó que dirigentes de la alianza se reunieran con ellos para lograr un acuerdo, pero los opositores no se presentaron por la discrepancia sobre el número de actas que debían a revisar.

La OEA apoyó la petición de los opositores y dijo que “son atendibles las peticiones planteadas por la oposición sobre la revisión de 5 mil 200 actas”.

Al menos una persona ha muerto desde el inicio de las protestas. Ante ello, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la oficina de la ONU para los Derechos Humanos en Honduras pidieron ayer a las autoridades del país que garanticen el respeto a la vida.

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