Washington.— La construcción de un muro en la frontera con México con fondos privados en el sur de Texas podría comenzar en los próximos días, después de que un juez federal falló ayer en favor de levantar una orden de restricción en contra del proyecto.

La orden del juez de distrito Randy Crane fue el segundo fallo federal en dos días en favor de la valla. El miércoles, la Corte Federal de Apelaciones del 5to Circuito revirtió la decisión de un tribunal de menor instancia que había evitado que el gobierno del presidente Donald Trump desviara 3 mil 600 millones de dólares de proyectos de construcción militar para financiar 280 kilómetros de la cerca en la frontera con México.

La Casa Blanca celebró el fallo de la corte de apelaciones. Dijo que levantó acertadamente una “orden nacional ilegítima”.

Fisher Industries, compañía constructora con sede en Dakota del Norte, quiere instalar 4.8 kilómetros de postes de acero de 10 metros de altura en la margen en Texas del río Bravo, que Estados Unidos denomina río Grande y conforma la frontera con México. El presidente de la empresa, Tommy Fisher, quiere invertir 40 millones de dólares en el muro fronterizo privado para demostrar que su compañía puede construir esas barreras de una manera más efectiva.

El gobierno federal interpuso una demanda para frenar a Fisher, al argumentar que una construcción tan cercana al río Bravo corría el riesgo de alterar el flujo del agua y a la larga generar inundaciones en México, en violación con las obligaciones establecidas en tratados internacionales.

Estados Unidos trabaja para incautar terrenos privados a fin de construir más sectores del muro en Texas. Crane emitió una orden de restricción en diciembre, pero la levantó el jueves. Rechazó otorgar una orden a solicitud del Centro Nacional de Mariposas, que advierte que construir la división fronteriza tan cerca del río podría agravar la erosión.

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