El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, instó este miércoles al régimen norcoreano a no subestimar ni poner “a prueba” a los gobiernos de Washington y Seúl y a la comunidad internacional durante su intervención ante el Parlamento surcoreano, horas después de ofrecer a Pyongyang sentarse a “la mesa” del diálogo y “negociar”.

“Hablo en nombre no sólo de nuestros países, sino de todas las naciones civilizadas cuando le digo al Norte: no nos subestimen y no nos pongan a prueba. Defenderemos nuestra seguridad común, prosperidad compartida y sagrada libertad", afirmó Trump en un discurso pronunciado ante la Asamblea Nacional (Parlamento) en Seúl.

“No permitiremos que ciudades estadounidenses sean amenazadas con la destrucción. Y no permitiremos que las peores atrocidades de la historia se repitan aquí, en esta tierra por la que luchamos y morimos”, añadió en referencia a la Guerra de Corea (1950-1953) y a las amenazas de Pyongyang contra territorio estadounidense. Los legisladores surcoreanos lo ovacionaron.

El mandatario estadounidense advirtió que una provocación norcoreana sería un “error de cálculo fatal”. “Esta es una administración muy diferente de las que ha tenido EU en el pasado. No nos subestimen. Y no nos pongan a prueba”, insistió el magnate, quien añadió que “todas las naciones responsables deben unir sus fuerzas para aislar al brutal régimen de Corea del Norte”.

Trump se mostró dispuesto a ofrecer un camino a “un futuro mucho mejor. Comienza con el fin de las agresiones de su régimen, la detención del desarrollo de misiles balísticos y una completa y verificable desnuclearización”.

El duro mensaje contrastó con el que dio ayer, en la primera parte de su visita a Corea del Sur, en la que presionó a las autoridades norcoreanas para que abandonen su plan armamentista nuclear, al tiempo que, en un tono optimista que no se le había escuchado antes, dijo que “al final, todo se resolverá”.

Y si bien dijo que Estados Unidos podría utilizar la fuerza militar si fuera necesario, se mostró más partidario que nunca de gestionar las crecientes tensiones mediante la diplomacia.

“Tiene sentido que Corea del Norte se siente a la mesa y llegue a un acuerdo que sea bueno para la gente de Corea del Norte y para el mundo”, dijo el magnate durante una rueda de prensa junto al presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in.

Declaró que ha visto “mucho progreso” en relación a Corea del Norte; sin embargo, no llegó a decir que quisiera conversaciones diplomáticas directas.

En lo que sí hizo hincapié fue en uno de los objetivos principales de su gira por Asia: reclutar a muchos países en la región, como China y Rusia, para cortar los salvavidas económicos de Corea del Norte como forma de presión para que renuncie a su programa nuclear.

Suspende viaje sorpresa a Zona Desmilitarizada. El mal tiempo obligó al presidente Trump a suspender este miércoles una visita sorpresa a la tensa zona desmilitarizada (DMZ) que separa las dos Coreas. Washington había dicho públicamente que descartaba un visita a la DMZ durante el viaje de dos días de Trump a Corea del Sur.

La visita del mandatario generó manifestaciones a favor y en contra en las calles de Seúl. Una concentración de activistas liberales acudió ayer desde muy temprano a la Plaza de Gwanghwamun para rechazar la presencia de Trump, mientras que grupos cívicos conservadores le manifestaron su respaldo.

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