Washington.— El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, autorizó a los militares desplegados en la frontera con México usar la fuerza, incluyendo la “letal, si fuese necesario”, para proteger a la Patrulla Fronteriza, oficializó ayer la Casa Blanca, aunque el Pentágono subrayó que los soldados no llevarán armas de fuego.

El Pentágono recibió el martes una nota de la Casa Blanca en donde le daba más libertad para operar en la frontera, especialmente si los guardias fronterizos exigen apoyo militar en caso de violencia, dijo ayer el secretario de Defensa, Jim Mattis, a periodistas. Pero incluso si ello ocurre, ninguno de ellos “estará armado, no con armas de fuego”, subrayó. “Probablemente serán miembros de la policía militar equipados con escudos, porras”.

El memo que autoriza el cambio, del que la cadena CBS News dijo haber obtenido una copia, señala que las tropas en la frontera “pueden desempeñar aquellas actividades militares de protección que la Secretaría de Defensa determine son razonablemente necesarias para garantizar la protección del personal federal, incluyendo una muestra o el uso de la fuerza [incluso fuerza letal, en caso necesario], control de multitudes, detención temporal e inspección rápida”.

Hasta ahora, la misión para los casi 5 mil 800 elementos en activo en la zona fronteriza ha sido principalmente la de colocar alambre de púas y otro tipo de barreras en la frontera y trasladar al personal de la Patrulla Fronteriza. Mattis destacó la necesidad de mantener al ejército lejos de cualquier papel de seguridad civil como la realización de arrestos, que están prohibidos bajo la Ley Posse Comitatus. Según Mattis, en caso de que los militares vean que un agente fronterizo es golpeado, detendrían temporalmente a los responsables el tiempo suficiente —“minutos”, dijo— para que sean entregados a los autoridades.

El presidente Donald Trump insistió en un tuit, sin aportar pruebas, en que “hay muchos CRIMINALES en la caravana” de migrantes que busca entrar a EU. “Los detendremos. ¡Atrapar y Detener! El activismo judicial, por parte de personas que no saben nada de la seguridad de nuestros ciudadanos, está poniendo a nuestro país en grave peligro”.

El tuit fue parte de una serie que escribió para responder al presidente del Tribunal Supremo, el juez John Roberts, quien más temprano rechazó los ataques del mandatario a la independencia judicial.

“No tenemos jueces de [el ex presidente Barack] Obama, o jueces de Trump, o jueces de [el ex mandatario George W.] Bush, o jueces de [el ex presidente Bill] Clinton. Lo que tenemos es un grupo extraordinario de jueces dedicados que dan su mejor nivel por la igualdad de derechos de quienes están delante de ellos”, aseguró Roberts en un comunicado.

El martes, Trump se quejó de que los magistrados nombrados por Obama bloquean muchas de sus medidas y que son jueces parciales.

Ayer insistió en ello. “Lo lamento, señor presidente John Roberts, pero existen efectivamente los ‘jueces pro Obama’”, tuiteó el mandatario, quien acusó a los magistrados de tomar decisiones “sorprendentes” contra su política contra los migrantes

Entre las medidas polémicas ordenadas por Trump estuvo la de separar, en abril, a familias de inmigrantes con menores que entraban ilegalmente a EU. Frente a la oleada de críticas, reviró en junio. Sin embargo, un documento del Departamento de Salud y Servicios Humanos difundido ayer por medios reveló que dicho plan le costó al gobierno 80 millones de dólares en cuestiones como custodia, atención y reunificación de las familias.

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