Asediados por una producción de 3 mil 300 toneladas de cocaína en 2017, México, Estados Unidos y Colombia acordaron formar una fuerza de tarea conjunta militar para intervenir en las aguas del océano Pacífico frente a Centroamérica, tratar de contener el masivo contrabando marítimo de drogas del sur al norte del continente y atacar otras modalidades del crimen organizado transnacional, anunció ayer el gobierno colombiano.

Las tareas estarán a cargo de la Secretaría de Marina-Armada de México, la Armada Nacional de Colombia y el Servicio de Guardacostas de Estados Unidos, informó el ministro colombiano de Defensa Nacional, Luis Carlos Villegas.

“Se concretó una de las propuestas para reforzar la coordinación en el Pacífico para efectos de la interdicción del crimen en todas sus formas, en especial el narcotráfico”, precisó, al hacer el anuncio en Bogotá en compañía de la cúpula castrense y policial de Colombia: el general Alberto José Mejía, comandante de las Fuerzas Militares; el almirante Ernesto Durán, comandante de la Armada Nacional, y el general Jorge Hernando Nieto, director de la Policía Nacional.

Las acciones “contarán con la presencia de mexicanos y de estadounidenses trabajando de la mano con los nuestros en tiempo real”, dijo Durán. “Estos esfuerzos siempre se han hecho, pero ahora estarán más fortalecidos, coordinados y con mayor flujo de información, de inteligencia y con canales abiertos permanentemente”, añadió. El proyecto fue planteado a mediados de noviembre anterior en Washington por el vicepresidente colombiano, general en retiro Óscar Naranjo, a la DEA.

Naranjo propuso que Estados Unidos, México y Colombia formaran una fuerza de tarea conjunta que intervenga en el Pacífico frente a Centroamérica, para contener el masivo contrabando marítimo de cocaína del sur al norte de América.

El acuerdo coincidió con un incremento de la producción de cocaína en Colombia de mil 200 toneladas, en 2015, y mil 700, en 2016, a 3 mil 300, según un reporte que la DEA difundió en el último cuatrimestre de este año y que el gobierno de Costa Rica confirmó a EL UNIVERSAL que recibió como reporte actualizado del fenómeno.

Pacto, en momento clave. El acuerdo trilateral fue logrado en momentos en que Colombia lucha por lograr una masiva erradicación de plantaciones de hoja de coca, materia prima de la cocaína. Con las acciones, se redujo la extensión de cultivos en ese país de 180 mil hectáreas, en 2000, a 90 mil, en 2002, y a 40 mil, en 2010; sin embargo, en 2014 las fumigaciones aéreas fueron suspendidas y se registró un repunte para llegar a 200 mil a finales del año pasado.

La meta en 2017 del gobierno colombiano de eliminar 50 mil se logró este mes, mientras busca sustituir otras 50 mil.

Con cálculos oficiales de que 85% de la cocaína se trafica del norte al sur de América por mar, el océano Pacífico se convirtió en los últimos años en uno de los principales corredores marítimos de drogas y es un factor clave de los narcotraficantes para transportar sustancias ilícitas del sur del continente, en especial de Colombia a México y Estados Unidos, vía Centroamérica. Las naves también provienen de puertos de Perú y Ecuador.

Buenaventura, el principal puerto de Colombia en el Pacífico, es punto crucial de salida de lanchas con cocaína que pasan por el corredor marítimo centroamericano a México y a la Unión Americana.

Centroamérica es base operativa de cárteles mexicanos como los de Sinaloa y Los Zetas, aunque hay presencia de otros, como Jalisco Nueva Generación.

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