Dos mujeres murieron ayer apuñaladas por un hombre en la estación de Saint-Charles de Marsella, en el sureste de Francia, lo que ha puesto de nuevo al país en alerta. El grupo terrorista Estado Islámico (EI) asumió la autoría del ataque en un comunicado difundido por la agencia Amaq.

“Este hecho podría ser de naturaleza terrorista, pero actualmente no podemos confirmarlo”, dijo el ministro del Interior francés, Gérard Collomb, tras visitar el lugar del incidente. Confirmó que hubo testigos que dijeron que el hombre, quien fue abatido por la policía, gritó “Allahu akbar” (Dios es el más grande) durante el ataque en la explanada de la estación.

La Fiscalía parisina responsable de casos terrorismo en todo el país asumió las investigaciones. “Para mí es un atentado”, dijo Jean-Claude Gaudin, alcalde de Marsella.

El Estado Islámico se adjudicó el ataque al asegurar que su autor era “soldado” suyo, indicó la agencia Amaq, vocera del grupo.

La agencia, que cita a una “fuente de seguridad”, se limita a asegurar que “el ejecutor del apuñalamiento en Marsella es un soldado del Estado Islámico”. Agrega que el ataque se llevó a cabo en respuesta a las llamadas realizadas por los yihadistas para lanzar ataques contra los países de la coalición internacional, encabezada por Estados Unidos, que combaten al grupo terrorista en Siria e Irak.

El grupo suele emplear esta fórmula de reivindicación cuando el ataque es llevado a cabo por personas que no están vinculadas directamente con la organización yihadista, pero que sí han mantenido contacto por internet o que de alguna manera han mostrado simpatía o se han declarado seguidores de su líder, Abu Bakr al Bagdadi.

El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo en twitter que está “profundamente indignado por este acto bábaro”. El mandatario destacó la “eficacia” de los policías que reaccionaron y abatieron al atacante. “No bajamos la guardia”, escribió en tanto el primer ministro Edouard Philippe.

“Hasta ahora hemos logrado evitar estos dramáticos incidentes [en Marsella]. Creo que fue un ataque terrorista y el individuo que murió parece haber tenido varias identidades”, aseguró el alcalde de Marsella, Jean-Claude Gaudin.

Desde el atentado contra la redacción de la revista satírica Charlie Hebdo, miles de soldados fueron desplegados para patrullar calles, áreas concurridas y edificios públicos en la denominada operación antiterrorista Centinela. Precisamente miembros de ese operativo fueron los que dispararon y mataron ayer al agresor en el ataque registrado alrededor de las 13:45 horas.

Collomb dijo que las imágenes captadas por las cámaras de seguridad dejan algunas dudas sobre el accionar del hombre, quien primero mató a una mujer y comenzó a huir, pero dio la vuelta y apuñaló a otra.

Las dos víctimas —una de 17 y otra de 20 años— sufrieron cruentas heridas, dijeron dos fuentes policiales, quienes detallaron que una tenía la garganta cortada y otra había sido apuñalada en el estómago.

De acuerdo con medios locales, el sujeto era conocido por la policía, pero no por terrorismo. Fuentes de seguridad indicaron que su identidad aún está siendo corroborada.

Unos 200 policías acordonaron el área y pidieron a la gente que evitara la zona de la concurrida estación de Saint Charles, de donde salen también los trenes de alta velocidad a París. “Escuché tiros menos de un minuto después de que viera el ataque”, dijo una testigo a la emisora Franceinfo, quien destacó que “la intervención fue extremadamente rápida”.

Otra mujer relató que vio cómo el hombre atacaba a una de sus víctimas por la espalda y la apuñalaba en el cuello. “Ella no vio nada”, indicó.

Desde los atentados de noviembre de 2015 rige en Francia el estado de excepción. Los legisladores franceses tienen planeado votar mañana una muy criticada ley antiterrorista, que elevaría algunos poderes de estado de Emergencia a nivel de ley y podría reducir el número de personal militar en las calles. Agencias

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