Noroña afirma que versión del caso Teuchitlán “ya se cayó”; “quedó claro que no es un campo de exterminio”, sostiene
El presidente del Senado dijo que “pueden seguir buscando y buscando, y volviendo a buscar” en el rancho Izaguirre porque “ya se permitió el acceso”
Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado de la República, expresó en una de sus videoconferencias para redes sociales que los hallazgos de presuntos campos de exterminio en el rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco, fueron "un campañón" que ya "se cayó".
"De todos modos, ahora están diciendo que hay otros lugares de exterminio, que los zapatos. Quedó claro: no es un campo de exterminio", sostuvo el senador morenista.
Expresó que "pueden seguir buscando y buscando, y volviendo a buscar" porque "ya se permitió el acceso".
Sin embargo, Fernández Noroña declaró que "ya se cayó la versión" del supuesto campo de exterminio.
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"Hay madres buscadoras que, al margen de las dificultades en que los hijos se les hubiesen encontrado atrapados, la desaparición es un hecho", externó el legislador.
"Cualquier persona desaparecida es una herida abierta; no hay descalificación que valga", dijo.
Sin embargo, reiteró que "el tema" es "la derecha" que, de acuerdo con el senador de la República, ha utilizado el tema de Teuchitlán, Jalisco, para atacar al gobierno federal.
Noroña y sus polémicas declaraciones sobre el caso Teuchitlán
Desde el pasado 16 de marzo, Gerardo Fernández Noroña desató polémica cuando, igual en una videocharla, cuestionó que los pares de zapatos hallados en el rancho Izaguirre pertenecieran a desaparecidos.
"Hay 200 zapatos, sí. Pero ¿quién dice que esos zapatos son de desaparecidos y que lo que se viene contando es cierto?", preguntó.
Además, en días posteriores, afirmó que los medios de comunicación y los opositores tenían un "campañón" muy "ruin" contra él debido a que "eran carroñeros".
Entre sus aseveraciones, señaló a los gobiernos anteriores a la 4T por "estar relacionados con el crimen organizado", por lo que todo lo mediático referente a los supuestos campos de exterminio era "una campañita de la derecha".
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