La cofundadora de la organización Reinserta, Saskia Niño de Rivera, dijo que los niños y adolescentes reclutados por el crimen organizado son víctimas de un sistema que les ha fallado en diversos ámbitos, porque el Estado mexicano ha eludido su responsabilidad para concebir políticas públicas y programas de prevención que garanticen su protección.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Niño de Rivera afirmó que algunos de los factores de riesgo que aumentan las posibilidades de que sean reclutados son la incidencia delictiva en las zonas en que residen, la deserción escolar, la precariedad económica, el consumo de drogas, la normalización de la violencia, el entorno criminógeno en el que se desarrollan y los peligros que confluyen en redes sociales y espacios digitales.
Indicó que el reclutamiento de menores de edad es forzado independientemente de las condiciones en las que se da, “porque, aunque haya habido un ‘sí pero él quiso, él entró, él buscó’, no importa, es un niño que estaba en un contexto sicosocial de desventaja absoluta.

“Si tú agarras a un niño que lo corrieron de la escuela, que tiene hambre, que vive en un barrio donde toda la vida vio, vivió violencia y la normalizó, donde sus papás se dedicaban a la delincuencia organizada y después lo culpas por haber entrado al crimen, es injusto”, indicó.
“No es lo mismo que un niño con esas características decida voluntariamente pertenecer a la delincuencia a uno que nunca en su vida ha visto violencia, que vive en un hogar donde predomina el amor, que nunca se ha estado con la panza vacía, que va a la escuela y tiene las mejores calificaciones, porque nunca le ha faltado nada para estudiar”, agregó.
Para ella, la ausencia del Estado mexicano y de las autoridades encargadas de implementar políticas públicas y programas de prevención en favor de ellos, así como las lagunas jurídicas, legales y sociales han sido un terreno fértil para los grupos delincuenciales.
Lee también Caen cuatro integrantes de una célula delictiva en Zacatecas; les aseguran armas largas y explosivos
Por ello, advirtió que esos grupos utilizan a niños y adolescentes como carne de cañón y un ejemplo son los casos reportados recientemente, como el de Víctor Manuel Ubaldo Vidales, de 17 años, autor material del asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo; Derek Jair “N”, de 15 años, El Niño Sicario; y Donovan “N” y Héctor “N”, de 20 y 18 años, respectivamente, quienes ejecutaron al abogado David Cohen Sacal en la Ciudad Judicial.
Otra prueba de ello es que una reciente investigación de El Gran Diario de México reveló que en los últimos años se ha dado un boom entre los adolescentes por involucrarse con las actividades criminales, motivo por el que las detenciones de ese sector poblacional han crecido considerablemente.
Según el reportaje, en 2019 se registraron 2 mil 274 detenciones por narcomenudeo; en 2020, mil 914; 2021, mil 390; 2022, mil 143; 2023, mil 230; 2024, 2 mil 310, un incremento de 88%, y en los primeros siete meses de 2025, de enero a julio, se reportó la detención de 2 mil 920 jóvenes.
De acuerdo con Niño de Rivera, los menores de edad reclutados son entrenados para cumplir misiones como mensajeros, halcones, vigilantes, transportistas, extorsionadores y sicarios, por lo que son sometidos a procesos de normalización de la violencia y sujetos al consumo abundante de drogas y estupefacientes con el objetivo de disminuir su capacidad empática y facilitar su desempeño criminal.
Además, como resultado de la segregación estructural de la que han sido objeto, los jóvenes desarrollan la necesidad de pertenecer, “porque hay una ideología que los lleva a pensar: ‘Si me meto a esto voy a ser multimillonario, tener casas, mujeres, dinero, viajes, aviones’, pero esa no es la realidad”, precisó.
“Lo que muchos adolescentes no saben es que no todos son Joaquín El Chapo Guzmán o Ismael El Mayo Zambada y cuando entran a esas filas los usan para misiones donde el resultado va a ser evidente”, añadió.
Lee también Diputada del PVEM propone prohibir venta de juguetes bélicos como pistolas y bombas en la CDMX
Sobre el modus operandi, alertó que está cambiando constantemente en la vida cotidiana y en los espacios digitales, “lo que preocupa, porque estamos fallando en mantenernos al tanto de cómo se está reclutando para generar los programas de seguridad y prevención necesarios.
“En México estamos a años luz de programas preventivos. Nuestra policía cibernética y a nivel legislativo está en pañales, entonces, los agresores encuentran un mundo en el universo digital donde es fácil cooptar a los menores con rapidez”, apuntó.
Explicó que también se recluta a través de ofertas de trabajo “y eso es peligrosísimo, porque la gente está buscando trabajo y termina en estos grupos que una vez que estás adentro es imposible salir”.
Por otro lado, criticó que los programas sociales del gobierno actual enfocados a niños y adolescentes, como Jóvenes Construyendo el Futuro, no son integrales, “pues es una utopía pensar que el muchacho que termina en la delincuencia organizada es porque necesita trabajo y nada más, cuando estamos hablando de que existe una problemática sicosocial”, destacó.
Ante ello, insistió que para atender la problemática se deben abandonar las prácticas punitivas y la acción reactiva para apostar por políticas públicas y programas de prevención integrales orientados a los jóvenes, “porque reaccionamos ante lo que sucede, pero no pensamos que va a volver a suceder.
“Si seguimos criminalizando a la adolescencia que está en ese contexto, vamos a empezar a tomar medidas punitivas como bajar la edad de responsabilidad penal y no responsabilizarnos por los factores sicosociales que llevan a estos menores a preferir, como me lo dijo una vez uno, ‘vivir poco, pero bien, que mucho, pero jodido’”, expresó.
Lee también “Maté a mi mejor amigo por lealtad al cártel”, testimonio del reclutamiento infantil en el narco
Para ello, estas acciones deben reforzarse con un proyecto nacional de desvinculación y desmovilización para jóvenes en ambientes criminógenos; planes de justicia restaurativa y de reintegración social que contemplen atención a la salud mental y fomento a la educación y el deporte, así como programas de rehabilitación para jóvenes con problemas de adicciones.
Adicionalmente, expuso que en dichos programas preventivos también deben considerar redes sociales y los espacios digitales, el fortalecimiento de la ciberpolicía y la concepción de un marco legal y jurídico en materia de ciberseguridad.
A nivel federal, destacó la urgencia de tipificar el reclutamiento infantil como un delito, porque permitirá visibilizar la problemática y concebir acciones y estrategias transexenales que incluyan a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, a fin de atajar el problema de manera transversal.
“No puede ser posible que hoy no haya una sola persona adulta purgando una sentencia por haber reclutado a un menor de edad, porque técnicamente no estás cometiendo ningún delito”, subrayó la cofundadora de la organización Reinserta.
sin interrupciones.
sin límites.