CDMX.- El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que en su reunión con el presidente del Banco Mundial , David Malpass, se habló del interés de esa organización en fomentar el crecimiento del Banco del Bienestar , apoyo que podría tomar, siempre y cuando no signifique aumentar la deuda del país.

En su conferencia matutina, el presidente de México adelantó que su gobierno busca disponer, lo más pronto posible, en todas las regiones del país, de 13 mil sucursales o centros integradores del servicio, que tengan como eje la actividad bancaria entre la mayoría de los mexicanos.

“Que haya un lugar, un sitio, en este caso, un centro integrador, donde existe una sucursal o un cajero para que el beneficiario de los programas sociales, que tenga una tarjeta del bienestar, sea adulto mayor o campesino, vaya ahí y saque su dinero, disponga de él”, señaló.

El mandatario indicó que luego de la privatización de la banca, al gobierno sólo le quedó la estructura del Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi) y del Banco del Ejército, el primero, “en lo más precario que se pueda imaginar, con un sistema de cómputo, de tecnología prestado, rentado, que ya ni funcionaba”.

“Entonces se decide convertir al Bansefi en el Banco del Bienestar, que va a ser un banco mucho muy importante, porque no hay un banco con 13 mil sucursales. Tan solo hay sucursales en mil 500 municipios; hay más de mil cabeceras municipales donde no hay servicio bancario”, dijo.

López Obrador indicó que el Banco del Bienestar ya puede transferir 50% de los recursos a los beneficiarios de programas sociales, pero el otro 50% se dispersa con otros bancos, a los que se les tiene que pagar una comisión, a veces –dijo–, muy costosa. “Por eso nos urge tener el Banco de Bienestar, para bajar los costos”, detalló.

El presidente refrendó que en el tema de acceso a la banca “hay mucho retraso”, y pese a las reformas estructurales que se hicieron en materia tecnológica, en el gobierno del ex presidente Enrique Peña Nieto, “no se avanzó en nada”, pese a que la deuda aumentó casi al doble que en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa.

“En los márgenes que tengamos, si se necesita, el Banco Mundial nos apoyará, pero ya no es endeudar a México. De vez en cuando hay que recordarlo, (Vicente) Fox dejó una deuda de 1.7 billones, Calderón aumentó 200% esa deuda, y Peña la dejó en 10.2 billones. Se han pagado más de 700 mil millones nada más de pago de servicio de deuda”, reclamó.

Obrador añadió que, aún habiendo necesidades prioritarias para su gobierno, no pueden seguir enfardando al país; por lo que se comprometió a que este año y el próximo no va a crecer la deuda en términos reales.

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