Londres.— Luego de tres años de espera, el presidente Donald Trump y su esposa Melania finalmente fueron recibidos con alfombra roja por la monarquía británica.

El avión Air Force One aterrizó a la hora prevista en el Aeropuerto de Stansted, en donde fue recibido por el canciller Jeremy Hunt. Todo parecía marchar conforme al guión protocolario, hasta que lanzó un tuit incendiario en contra del alcalde de Londres, Sadiq Khan.

“Es un perdedor que debería centrarse en la delincuencia de Londres, no en mí (…) Khan me recuerda muchísimo a nuestro muy tonto e incompetente alcalde de Nueva York, [Bill] de Blasio, quien también ha hecho un trabajo terrible, sólo que es la mitad de alto”, escribió el mandatario antes de que se abrieran las puertas de la aeronave presidencial.

La alcaldía respondió señalando que “Sadiq representa los valores progresistas de Londres y de nuestro país. “Trump es el ejemplo más indignante de una creciente amenaza de la extrema derecha por todo el planeta, que está poniendo en riesgo los valores básicos que han definido nuestras democracias liberales durante más de 70 años”, apuntó.

Luego de insultar a Khan, quien el fin de semana concedió una entrevista en la que describió a Trump como “amenaza global” y como un “fascista del siglo XX”, el magnate estadounidense arremetió nuevamente en contra de la cadena de televisión CNN, criticando la cobertura noticiosa de la visita.

El intercambio de ataques entre Trump y la oficina de Khan centró gran parte de la atención de la prensa británica durante la primera jornada, la cual se distinguió por un programa ceremonial ofrecido por la monarquía británica, que culminó con un banquete de gala en el Palacio de Buckingham y con discursos del republicano y la reina Elizabeth II.

Hoy le toca el turno a la política. Está previsto que mantenga diversos encuentros con la primera ministra británica, Theresa May, quien anunció su dimisión para este 7 de junio.Las reuniones tendrán de fondo una gran protesta convocada por la resistencia a las políticas unilaterales del inquilino de la Casa Blanca. Entre los manifestantes estará Rosanna Wiseman, quien forma parte de un ejército de voluntarios que prevén participar equipados con globos color naranja, 4 mil cartulinas, más de mil letreros (con el rostro de Trump y diversos mensajes) y altavoces.

“Dejaremos claro que Trump no es bienvenido en nuestra ciudad”, dijo a EL UNIVERSAL Wiseman, mientras tacha con un marcador azul el rostro de Trump impreso en una cartulina, para luego añadir la leyenda de “colonialismo liberal”.

“Es una amenaza global, su discurso de odio se está propagando no sólo en Europa, también en Latinoamérica, en donde ya fue imitado a través de la figura de Jair Bolsonaro en Brasil”, agregó la politóloga egresada de la Universidad de Bath.

Nick Dearden, director de Global Justice Now, cuyo cuartel general fue usado para montar un improvisado centro de producción masiva de material para la protesta, adelanta que la manifestación será un “colorido carnaval” en solidaridad con todas las víctimas de la política hostil de Trump, incluyendo México, que se encuentra bajo la amenaza de tarifas de 5% en represalia a los flujos migratorios irregulares a través de la frontera entre ambos países.

“Si Trump representa codicia y odio, nosotros solidaridad, convivencia y amor”, refirió en entrevista.Dearden espera que May aproveche su último encuentro con Trump para remendar el daño que ha causado al recibir con los honores al “presidente más divisorio”.

“May no tiene nada que perder, llegó el momento de que le diga sus verdades a Trump sobre derechos y democracia. Muy probablemente ese mensaje no encuentre eco en Trump, pero May estaría enviando la señal de que Londres presta importancia a las violaciones a los derechos comedias por su régimen”.

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