Bruselas.— Faltando sólo 15 semanas para llegar a un acuerdo sobre el Brexit, el gabinete de la primera ministra británica, Theresa May, se encuentra sumergido en una fase de alta volatilidad política.

El ministro del Brexit, David Davis, dimitió el domingo por desacuerdos con la estrategia gubernamental. Ayer fue el turno del euroescéptico Boris Johnson, quien presentó su renuncia al frente del Ministerio de Exteriores. La salida de dos de los políticos más prominentes del gabinete de May ha desatado el temor de que esto termine en un efecto dominó.

El viernes, May recibirá al presidente Donald Trump, quien simpatiza con el rompimiento entre Londres y Bruselas, y podría agregar más combustible al fuego.

El epicentro del terremoto político que ha sacudido al 10 de Downing Street, es la propuesta de futura relación bilateral con la Unión Europea acordada por el gabinete de ministros el pasado viernes.

May describe la estrategia como “precisa, responsable y creíble”, pero los promotores de un “divorcio duro”, la califican de inaceptable porque “solo tiene de Brexit el nombre”, según el conservador Peter Bone.

El nuevo plan propone la creación de un mercado de bienes basado en “un libro de reglas común” entre el Reino Unido y la Unión. También contempla un marco jurídico compartido, en el que habría espacio para recurrir al Tribunal de Justicia de la Unión. En síntesis, Londres no obtendría la autonomía jurídica y comercial anhelada por los “independentistas”.

“Entregaría el control de buena parte de nuestra economía a la UE y ciertamente no nos devuelve el control sobre nuestras leyes en un sentido auténtico”, declaró Davis, tras precisar que su salida responde a que no estaba en condiciones de defender un plan en el cual no creía.

Boris Johnson, por su parte, en una dura carta de renuncia aseguró que el “sueño del Brexit está muriendo”, al tiempo que advirtió que de adoptar el plan de May su país terminaría asumiendo “el estatuto de colonia de la Unión Eueropea”.

La rebelión en el gabinete británico pone en peligro al gobierno de May, quien se ha visto obligada a recurrir a su bancada de suplentes para cubrir la salida de Davis. El sustituto convocado es Dominic Raab, un político de bajo perfil que opera como secretario de Vivienda. En lugar de Johnson propuso a Jeremy Hunt, hasta ahora en la cartera de Sanidad.

Según la hoja de ruta, Gran Bretaña abandonará la UE el 29 de marzo de 2019. Para evitar una ruptura total, existe el compromiso de llegar a un acuerdo en octubre.

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