La crisis humanitaria que causó María en Puerto Rico se agravó ayer en toda la isla, con pueblos sin agua potable, combustible, electricidad o servicio telefónico. El huracán, de categoría 3, avanza sobre el Atlántico con rumbo nornoroeste y hoy puede ser necesario poner bajo vigilancia algunas zonas de la costa este de Estados Unidos, informó el Centro Nacional de Huracanes (CNH).

Un grupo de alcaldes agobiados llegaron a la capital para reunirse con el gobernador del territorio estadounidense, Ricardo Rosselló, y le presentaron una larga lista de artículos que necesitan con urgencia. La ciudad costera norteña de Manati se quedó sin combustible y agua potable, dijo el alcalde José Sánchez González.

Entre lágrimas, añadió que la histeria estaba empezando a extenderse. Dijo que el hospital local estaba a punto de colapsar y que estaba a plena capacidad. Pidió ayuda urgente. Las autoridades del pueblo de Vega Alta, en la costa norte, dijeron que no habían podido llegar a todo un vecindario llamado Fátima y que estaban particularmente preocupadas por los residentes de un asilo para ancianos.

Las autoridades puertorriqueñas no habían logrado comunicarse con más de la mitad de las localidades en el territorio; 70 mil personas fueron evacuadas en la zona de riesgo bajo la presa de Guajataca, que resultó dañada y se teme se rompa.

El CNH indicó que María, que devastó Puerto Rico y otras islas del Caribe esta semana, está a 460 km de la isla Gran Abaco, al norte de Bahamas, y a mil 30 km del Cabo Hatteras, en Carolina del Norte. El patrón de trayectoria indica un alejamiento de las Bahamas y de la costa sureste de Estados Unidos.

El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, dijo que en lo que a daños materiales se refiere el paso de María por la isla “es la mayor catástrofe en su historia moderna”.

Sobre el anuncio realizado por la Junta de Supervisión y Administración Financiera para Puerto Rico en el sentido de que ha autorizado al gobierno de la isla que “redistribuya” hasta mil millones de dólares de su presupuesto para usarlos como fondos de emergencia por el paso del huracán, Rosselló dijo que se necesitará más dinero. El número de muertos causados por María en Puerto Rico era de siete, después de que ayer se encontró un cadáver en un río.

Un total de mil 360 de las mil 600 torres celulares que tiene la isla se cayeron y 85% de los cables telefónicos y de internet estaban inservibles, informaron las autoridades.

En República Dominicana 3 mil 222 personas seguían en albergues oficiales y 8 mil 237 en casas de parientes o amigos, debido a que María destruyó 128 viviendas y 3 mil 921 están anegadas, según el Centro de Operaciones de Emergencias (COE). Hay 73 localidades incomunicadas.

En la isla de Dominica persiste el caos, con rutas cortadas y condiciones extremas.

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