El líder de Corea del Norte, Kim Jong-Un, fue informado sobre el plan para disparar misiles cerca de la isla de Guam, una base aérea y naval estadounidense y ordenó a su ejército estar listo en todo momento, en caso de que decida iniciar la acción militar, informó ayer la agencia estatal norcoreana KCNA.

Kim “examinó el plan durante un largo tiempo” y “discutió” el tema con las autoridades militares durante una inspección al Comando de Fuerzas Estratégicas, que está a cargo del programa de misiles, indicó la agencia.

De acuerdo con la información, el líder norcoreano dijo que analizará un poco más las acciones de Estados Unidos antes de tomar una decisión.

“Estados Unidos, que fue el primero en traer una gran cantidad de equipamiento nuclear cerca nuestro, debería tomar la decisión correcta y mostrar a través de sus acciones si quieren aliviar las tensiones en la Península de Corea y prevenir un conflicto militar peligroso”, sostuvo Kim.

Por su parte, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Jim Mattis, sostuvo ayer que se enterarán en segundos de la trayectoria de un misil de Corea del Norte si tiene por objetivo a Guam.

Mattis dijo a periodistas que “si ellos disparan contra Estados Unidos, eso podría escalar a una guerra muy rápido”. El funcionario sostuvo que su país conocería la trayectoria de un misil norcoreano en segundos y si se estima que el proyectil se dirige a Guam: “Lo derribaremos”.

“Vamos a defender al país de un ataque, para nosotros eso es guerra”, remarcó Mattis.

Por su parte, el jefe del Estado Mayor estadounidense, el general Joseph Dunford, abogó en Seúl por la vía de “la diplomacia y la presión económica” y dijo que la respuesta bélica sólo serviría “si todos esos esfuerzos fallan”.

Durante un encuentro con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, Dunford aseguró que aunque el Pentágono esté “preparado para una opción militar”, el objetivo principal del Ejército estadounidense es apoyar “la diplomacia y la presión económica para lograr la desnuclearización de la península coreana”.

La tensión en la península de Corea se ha elevado luego de que Pyongyang protestara por las sanciones impuestas por la ONU en castigo por su programa de misiles y armas nucleares. El régimen norcoreano amenazó con atacar territorio estadounidense, a lo que el presidente de EU, Donald Trump, replicó prometiendo “fuego y furia”.

En un giro inusual, el hermético país asiático aseguró entonces que prepara un plan para bombardear el entorno de la isla de Guam, que alberga importantes bases estadounidenses, e incluso brindó detalles del mismo.

Por otro lado, fuentes del gobierno surcoreano aseguraron que Pyongyang ha convocado a sus embajadores de mayor peso para asistir a una reunión en la que previsiblemente se tratará la escalada con EU.

Entre los participantes a esta reunión se encontrarían los embajadores norcoreanos en China, Rusia y el embajador ante la ONU, quien es el que mantiene contacto con la delegación estadounidense ante el organismo internacional.

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