Quito.- Jorge Glas, ex vicepresidente de Ecuador durante el mandato presidencial de (2007-2017), aseguró este jueves que fue víctima de torturas durante su detención el pasado viernes dentro de la , asaltada por la Policía ecuatoriana luego de que el Gobierno mexicano le hubiera otorgado el asilo. Su abogado, Andrés Villegas, solicitó que su cliente sea entregado nuevamente a México o a un tercer país que se comprometa a darle también asilo.

En su primera intervención pública desde que fue detenido, Glas birndó los detalles de su captura en la audiencia judicial que evalúa el recurso de habeas corpus presentado por la defensa del ex funcionario para solicitar que su detención sea anulada y que el Estado ecuatoriano lo entregue a México o a un tercer país que también respete el otorgado.

Glas, que compareció en la audiencia por videoconferencia desde La Roca, la cárcel de máxima seguridad de Ecuador, relató haber recibido presuntamente una paliza en la que también asegura que le dislocaron dos dedos de las manos y que luego se los pusieron en su sitio.

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De acuerdo con el diario Primicias, a lo largo de poco más de 15 minutos, el ex vicepresidente narró cómo fue capturado. Según su versión, policías y encapuchados lo trataron "como a una vaca"; aseveró que "la tortura fue transmitida para alguien, no sé si al Presidente...".

Los agentes, detalló, le pisaron el cuello, le patearon las costillas y le dislocaron los pulgares. "Me tiraron contra la pared y comenzaron a darme puntapiés y rodillazos", dijo. Sostuvo haber sido sometido "a lay humillación". También dijo que es la tercera vez que lo devuelven a la cárcel. "Por último, mándenme a matar, busquen otra forma; no sean tan descarados", remarcó.

Villegas insistió en que la captura de Glas fue ilegal al no atenderse a ningún criterio reglamentado y arbitraria por haberse violado sus derechos humanos al privarle del asilo que le había otorgado.

En ese sentido, el letrado pidió a la sala de la Corte Nacional de Justicia que evalúa el habeas corpus que sea puesto de nuevo en libertad y entregado a la misión diplomática más cercana, tras haber cerrado México su Embajada en Quito luego de los hechos, o una embajada de otro país que se comprometa también a acogerlo como asilado.

Villegas pidió que el Gobierno exhiba la orden dada "por escrito" por el presidente Daniel Noboa para irrumpir a la fuerza en la sede diplomática de México y cuestionó que el informe policial sobre esta operación haya sido declarado "secreto" para que no se conozcan los detalles.

El abogado señaló que "es evidente que no existió orden de allanamiento" contra la Embajada de México y que tampoco se le consultó previamente a la misión diplomática la posibilidad de realizar esa diligencia, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Para Villegas, la resolución judicial que legalizó la detención de Glas "tiene verdades a medias y una verdad a medias es igual a una mentira", al señalar que no se reflejó en ese documento los presuntos actos de tortura que su defendido señala que fue víctima durante el procedimiento de captura.

"No solo se violó el código penal (de Ecuador), sino también normas de derecho internacional universal y regional. Se violó el principio de inviolabilidad de misiones diplomáticas, y se llevaron bienes muebles como celulares y hasta una tableta electrónica de Jorge Glas", señaló el abogado sobre los elementos incautados.

Glas también señaló que el asilo otorgado por parte del Gobierno del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador es "un reconocimiento" de que es "un perseguido político", lo que sostiene para declararse como inocente frente a los procesos judiciales y condenas en su contra.

Por su parte, la jueza de Garantías Penitenciarias de la Corte Nacional de Justicia, Melissa Muñoz, recordó que en el momento que Glas ingresó a la Embajada de México no tenía orden de detención, la cual fue emitida después por encontrarse imputado por presunto peculado (malversación de fondos públicos) en el caso de la reconstrucción de Manabí, la provincia más afectada por el terremoto de 2016.

De su lado, la ministra de Interior y Gobierno, Mónica Palencia, justificó la detención de Glas en que para el Ejecutivo ecuatoriano nunca hubo asilo para el exvicepresidente, pues la Convención de Asilo Diplomático sostiene que no puede otorgarse a quien esté procesado por delitos comunes.

También descartó cualquier persecución hacia Glas, "que ha venido siendo procesado desde 2017, cuando Noboa aún no era presidente, y no por delitos políticos".

En las inmediaciones de la Corte, alrededor de una decena de simpatizantes de Glas pidieron su liberación. Otro grupo, contrario al ex vicepresidente, clamaba: "Glas corrupto".


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