Madrid.— Mariano Rajoy, hasta el pasado viernes presidente de España, anunció ayer que abandonará la dirección del Partido Popular (PP).

El entorno de Rajoy había dejado entrever, tras el golpe de la moción de censura, que el líder del partido conservador se mantendría a su frente para guiar su reconstrucción y evitar las luchas internas tras perder el gobierno del país. Sin embargo, el político reunió ayer a los periodistas y anunció que deja la dirección del PP. “Es lo mejor para mí, para el partido y para el país. Lo demás no importa”, dijo muy emocionado.

Rajoy convocará en los próximos días un congreso del PP, probablemente en julio, en el que las bases votarán a su sucesor. “Seguiré siendo presidente hasta que elijan a la persona que me vaya a sustituir. Lo haré con prudencia”, prometió.

Entre los favoritos para ocupar su lugar destaca el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez-Feijóo, uno de los dirigentes regionales del PP con más poder, y considerado el heredero natural de Rajoy. Sus posibles rivales serían la presidenta del Congreso, Ana Pastor, la ex vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, y la ex ministra de Defensa María Dolores de Cospedal.

Estas dos últimas, Sáenz de Santamaría y Cospedal lideran dos facciones del partido enemistadas. El principal argumento para la permanencia de Rajoy era evitar una guerra abierta entre esos dos bandos. Pero con su decisión de ayer de poner fin a 40 años de carrera política, Rajoy renuncia a mediar en el conflicto, lo que puede impulsar aún más la candidatura de Núñez-Feijóo, quien podría ser designado por aclamación en un partido poco aficionado a la competición interna.

Quien gane esa elección elegirá a los nuevos portavoces del partido en el Parlamento y determinará la línea de la oposición al gobierno socialista de Pedro Sánchez.

Las reacciones ayer a la despedida de Rajoy fueron diversas. La más dura fue la de Albert Rivera, de Ciudadanos, socio del PP durante la legislatura y único partido que no votó contra él en la moción de censura, pero con quien compiten por el electorado de derecha. “Creo que debería haber dado la voz a los ciudadanos o haberse retirado a tiempo para evitar el gobierno débil de Sánchez”, tuiteó.

En el otro extremo. Pablo Iglesias, líder del izquierdista Podemos, elogió la habilitad política de Rajoy, con quien siempre tuvo buena relación: “Se retira un político elegante e inteligente que sabía escuchar. Fue un honor ser su rival y combatirle políticamente. Se ganó mi respeto”.

Rajoy era considerado un superviviente en la política española, con un gran dominio de los tiempos y cierta tendencia a la inacción. Al único escándalo que no pudo sobrevivir fue a la corrupción sistemática del PP destapada por el caso Gürtel. Pese a que en su mandato España salió de la crisis económica y el desempleo se recortó 26% oara sorpresa e indignación de Rajoy, eso no bastó ante los deméritos de la corrupción.

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