Chile se encamina a un probable viraje en las elecciones presidenciales de hoy, en el que se enfrentan el ultraderechista José Antonio Kast, favorito según las encuestas, y la comunista Jeannette Jara. Aunque Jara ganó en la primera vuelta, Kast y otros aspirantes de la derecha sumaron más de 50% de apoyo. La política de izquierda y candidata del oficialismo obtuvo 26.8%, frente a 23.9% del exdiputado.
Hay que tomar en cuenta que Kast no ha explicado cómo realizar sus propuestas y está el factor de a dónde irán los votos de quien quedó tercero en la primera vuelta: Franco Parisi. Entre las propuestas de Kast, de 59 años, se encuentran enfrentar la delincuencia y expulsar a 330 mil migrantes, a quienes culpa del repunte de los delitos y del alza del crimen organizado.
Kast ha dicho qué quiere hacer, pero no cómo cumplir sus promesas. “Cuando se le pide que las aterrice, no sucede o quedan como imposibles de cumplir”, advirtió Luis Felipe Vergara, analista político de la Universidad Andrés Bello, a La Nación.

Vergara dijo que “hasta ahora no hay respuesta y eso está impacientando al electorado”; sin embargo, “salvo algo extraordinario, es muy difícil revertir el resultado” que le da al ultraderechista ventaja.
Paulina Astroza, doctora en Derecho Internacional y académica de la Universidad de Concepción (UdeC), dijo a EL UNIVERSAL que “veo muy difícil que haya una sorpresa en el resultado final, en el sentido de que gane Jara. La diferencia que tuvieron en la primera vuelta fue muy poca y fue bastante desilusionante el resultado de Jara porque ni siquiera llegó al grado de aprobación del presidente Boric y, sin embargo, hubo bastantes votos para las derechas”.
“La candidatura de Jara lo tiene muy difícil porque el votante de Kast está muy consolidado”, confirmó a La Nación Rodrigo Arellano, vicedecano de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, quien sólo ve un cambio en la tendencia si ocurriera “un hecho de marca mayor que dé un giro sorpresivo”.
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Jorge Saavedra, profesor de la Universidad Diego Portales y doctor en Comunicación y Medios de la Universidad de Londres, dijo a la DW que “lo que va a hacer Jara es recortar algunos puntos de distancia, pero no va a ganar. Quizás con dos semanas más de campaña lo habría logrado, porque Kast ha tenido errores no forzados importantes en los últimos días, pero tendría que ocurrir algo extraordinario para que el republicano no gane”, agregó.
Astroza, quien también dirige el Centro de Estudios Europeos (CEE) de la UdeC, añadió a este medio que “Jara carga con el peso del continuismo. Es muy difícil para ella desacoplarse de esa idea porque ella fue ministra del Trabajo del presidente Gabriel Boric, porque además es militante del Partido Comunista”.
Agregó que “ha intentado” distanciarse, pero “esto le ha traído también roces con La Moneda, la presidencia y no ha sido una relación muy cómoda. Ha tenido críticas de parte de los propios adherentes del presidente Boric. Es complejo plantearse como algo distinto al gobierno que tiene una desaprobación sobre 60%”.
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Guillermo Holzmann, analista político y académico de la Universidad de Valparaíso, mencionó a France 24 que Jara “no tiene mucho espacio de dónde sacar votos para aumentar los que ya tiene”.
Holzmann añadió que “los partidos tradicionales de la derecha están debilitados y fragmentados”, por lo que a Kast “le queda la responsabilidad de representar a toda una derecha dividida”.
En ese sentido es importante el factor Parisi, quien sorprendió al quedar tercero en las elecciones del 16 de noviembre. En 2021, más de 900 mil electores respaldaron al economista Parisi y terminaron inclinando el balotaje entre Kast y Gabriel Boric. Ahora, tras su renuncia y su apoyo a Kast en la primera vuelta, ese mundo permanece fragmentado y difícil de medir.
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Buena parte se declara antipartido y podría decidir su voto en el último minuto. Vergara subrayó: “La ciudadanía está muy polarizada y muchos votarán para que no gane el adversario, no porque les entusiasme la alternativa”. Ese umbral emocional, afirmó, es menos predecible y más volátil.
Astroza añadió que “el Partido de la Gente, del cual su líder es Franco Parisi hicieron una votación online (...) dieron a conocer que el resulato había sido que la mayoría había votado por blanco o nulo en esta elección”. Agregó que “creo que un porcentaje mayor se va a ir por Kast, que son contrarios al gobierno, y otro porcentaje también va a ir con Jeannette Jara (...) sin embargo, creo que va a ser importante el voto nulo y en blanco, y que una parte va a ser de aquellos que votaron por Franco Parisi en la primera vuelta”.
El escenario más viable para la supervivencia electoral de la candidata oficialista, aseguró Holzmann, “es negociar con [Franco] Parisi”. Sin embargo, Holzmann añadió que “se ve difícil que toda la votación de él, e incluso una parte, vaya hacia Jara”.
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Parisi ha afirmado: “No firmo cheque en blanco a nadie, eso es una falta de respeto. Les tengo una mala noticia al candidato Kast, a la candidata Jara: gánense los votos”.
Frente al creciente temor de los chilenos al aumento de la inseguridad y la migración, Kast plantea una lucha implacable contra el crimen a través de la deportación de los 330 mil indocumentados que viven en el país, a quienes culpa del repunte de la delincuencia.
Kast lleva una cuenta regresiva para concretar su plan de expulsión de los extranjeros sin papeles, cuando eventualmente asuma el próximo 11 de marzo. “Si no lo hacen voluntariamente, los vamos a buscar” para expulsarlos, aseguró.
“Hay una percepción de que la inseguridad está asociada a la inmigración”, dijo Olaf Jacob, representante en Chile de la Fundación Konrad Adenauer (KAS), vinculada a la Unión Cristianodemócrata alemana, a la DW. Jacob añadió que “si logramos controlar a corto plazo o reducir los índices de percepción de inseguridad en la población, creo que muchos problemas van a resolverse”.
Mientras, en la Cámara de Diputados “hoy en Chile hablamos de ‘las derechas’ porque hay una fragmentación importante y con grandes diferencias ideológicas. Va de una ultraderecha reaccionaria y populista a una derecha de centro y tradicional, más liberal y menos pinochetista. Esto hace que tengan valores muy distintos y posiciones contradictorias, por ejemplo, en cuanto a la violación de derechos humanos, el aborto, la eutanasia, el divorcio o el indulto a condenados por crímenes de lesa humanidad”, comentó Astroza, “por lo mismo Johannes Kaiser aún no decide si va a ser parte o no de un futuro gobierno de Kast o será oposición al mismo y apoyándolo sólo en los temas que tienen visiones comunes como la seguridad o la inmigración”.
Jacob dijo a la DW: “Creo que no habrá alternativa: quienquiera que gane va a tener que moderarse, porque los números en el Parlamento no dan para tener posiciones muy radicales”. Saavedra concluyó que si Kast gana “creo que va a tener un primer semestre muy duro de oposición”, porque “lo que ha hecho hasta ahora es no mostrarse como el pinochetista duro que es, y cuando gane eso se va a evidenciar, habrá medidas regresivas en muchos aspectos y eso va a generar un rechazo muy rápido en distintos sectores”.
Astroza añadió a este medio que “mientras más a la derecha se vaya Kast, más perderá a su izquierda y viceversa. Es el mismo problema que tiene Jara en su propio sector”.