El cantautor, compositor y músico nicaragüense Carlos Mejía Godoy , uno de los símbolos culturales de la revolución sandinista que gobernó en Nicaragua de 1979 a 1990 y de la insurrección armada de la década de 1970 que remató con el derrocamiento de la dictadura de la familia Somoza , decidió hoy buscar asilo en Costa Rica por temor a sufrir represalias del gobierno del presidente Daniel Ortega .

Mejía Godoy

, de 75 años, anunció en declaraciones al periódico La Prensa, de Nicaragua , que “tenía que salir de Nicaragua porque mi vida estaba en peligro”, en medio de los graves disturbios de violencia política callejera como parte del masivo movimiento popular que explotó en abril pasado en contra del gobierno de Ortega.

“Tuve que salir sin avisarle a nadie, de manera emergente de Nicaragua . Se me recomendó abandonara el país cuanto antes”, contó el artista, al confirmar que aproximadamente hace una semana ingresó a Costa Rica , que salió de Nicaragua legalmente y sin “ningún obstáculo” y que “no salí por un punto ciego de la frontera”.

A consulta de EL UNIVERSAL , la Dirección Jurídica del Ministerio de Relaciones Exteriores de Costa Rica aclaró que, por el momento, no se ha recibido ninguna solicitud formal de Mejía Godoy para obtener asilo político en este país fronterizo con el sur de Nicaragua y hogar de decenas de miles de nicaragüenses que viven en condición regular e irregular.

La fuente aclaró que se harán las indagaciones respectivas sobre el caso.

SEGURIDAD

Al advertir que retornará a su país cuando haya condiciones necesarias para su seguridad, Mejía Godoy explicó que “permanecí en Nicaragua el tiempo que tuve, pero salí al exilio porque considero que mi voz fuera de Nicaragua también es importante”,

“En honor a la verdad que debe prevalecer, para evitar malas lecturas equivocadas, manifiesto que no salí por un punto ciego de la frontera. Salí de mi patria legalmente y no tuve ningún obstáculo para mi salida. En este orden mis problemas de seguridad son los mismos que tienen todos aquellos que luchamos por la paz en Nicaragua. Dios bendiga a nuestra patria amada”, detalló.

Miles de nicaragüenses optaron por migrar desde abril a Costa Rica y Honduras , limítrofe con el norte de Nicaragua , para huir del asedio oficialista en medio del repudio a Ortega, en un conflicto cuyas perspectivas—con números de muertos que oscilaron entre 195 y 448 al 29 de julio atribuidos a la represión gubernamental —prevén una creciente y sangrienta prolongación.

Aunque la crisis emergió por un lío con una reforma que Ortega aplicó a la seguridad social, y que debió derogar, luego giró a un multitudinario reclamo de democratización para acabar con lo que los opositores denominaron como dictadura dinástica.

Los opositores demandaron que se anticipen las elecciones (previstas para finales de 2021) al menos a 2019 y que el gobernante y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, abandonen el poder y acepten abrir paso a una transición institucional, pero el gobierno negó ser culpable de la represión y rechazó adelantar los comicios.

Signo cultural. Con su decisión de instalarse en Costa Rica, Mejía Godoy, bastión de una familia de músicos y cantantes, con más de 45 año de carrera y uno de los principales referentes culturales nicaragüenses desde finales del siglo XX, se convirtió en el más importante opositor en buscar asilo en este país el actual conflicto.

Mejía Godoy compuso en 1979 el himno del hoy gobernante y ex guerrillero Frente Sandinista de Liberación Nacional ( FSLN ), cuyas fuerzas rebeldes encabezaron la insurrección armada que logró, en julio de 1979, el derrocamiento de la dictadura de la familia Somoza, que empezó en 1934.

En una cresta del fragor socialista revolucionario de insurgencia que estremeció a América Latina y el Caribe de 1960 a 1990, Mejía Godoy logró que unos versos que declararon al “yanki” como enemigo de la Humanidad se convirtieran en himno del FSLN y que millones de latinoamericanos cantaran una crónica rural con ritmo de un Cristo que nació en Palacagüina, en el norte de Nicaragua, de “una tal María”.

Pero una paradoja familiar que nunca estuvo en el pentagrama de vida del artista surgió a inicios del siglo XXI: Camilo , uno de los ocho hijos del cantautor, aceptó unirse al Ejército de Estados Unidos y marchó en 2002 a Irak a invadir, combatir y torturar como soldado del “imperio”.

Y tampoco estuvo la decisión de Camilo de desertar de las fuerzas armadas “yankis”, para transformarse en el primer soldado en repudiar la guerra iraquí por “inmoral” y, como preso de conciencia, ser sentenciado a un año de cárcel, para salir libre y ser hoy un “adalid de la paz y contra la guerra, dijo su padre en una entrevista con EL UNIVERSAL en 2008 en Managua .

“El Cristo de Palacagüina se niega a enterrar utopías”, como paz, libertad y justicia social, narra a este diario tras un recital en “ La Casa de Los Mejía ”, centro de diversión de Managua visitado por bohemios idealistas frustrados y neo revolucionarios, ex espías y ex guerrilleros nicas ” y ex conspiradores políticos de muchos rincones latinoamericanos.

CUENTOS DE ABUELA

Hijo, padre, hermano y tío de músicos, y entonces con 64 años, recordó que, a inicios de la década de 1960, empujado por heroicas historias de guerreros nicaragüenses en contra de la ocupación de EU en Nicaragua en varias fases de los primeros 35 años del siglo XX y de la dictadura que le contó su abuela, Lucila Godoy , visitó Palacagüina .

Allí, en ese que describió como “pueblito” del noroccidente de Nicaragua, escuchó un relato del Cerro de la Iguana que mezcla amor, religiosidad y libertad. “Vivíamos en plena dictadura de los Somoza, sostenida por EU y Palacagüina fue el nacimiento de Cristo”, relató.

Todo se precipitó a partir de ese instante. Una seguidilla de acontecimientos de rebeldía como “guerrillero de la música” le llevaron, en 1971, a componer “ El Cristo de Palacagüina ”, pegajosa canción de resistencia humana—“ella va a planchar, muy humildemente, la ropa que goza la mujer hermosa del terrateniente”—que cruzó fronteras e inundó otras tierras.

Con una Nicaragua “incendiada” por la guerrilla antisomocista, en 1979 escribió el himno del FSLN con una frase que acusó al “yanki” de ser enemigo de la Humanidad. En julio de 1979, luego de que el FSLN derrocó al somocismo, la frase se transformó en ebullición regional.

Y “apenas” 20 años después, peleado con el Frente, Mejía se topó en 1999 con que Camilo, que emigró a EU con su madre Marta Castillo a inicios de la década de 1990, ingresó al Ejército del “yanki enemigo”.

“Mi hijo quería estudiar, pero solo si entraba al Ejército obtendría una beca. En abril del 2003 lo mandan a Iraq, regresa a Estados Unidos en octubre. En marzo del 2004, con 28 años, se niega a retornar a la guerra iraquí, lo detienen y en mayo lo sentencian. Ya libre, desde 2005 se dedica en EU a hablar contra la guerra, por la paz”, contó.

¿Y el ‘yanki’ sigue siendo enemigo?, le preguntó EL UNIVERSAL .

“No soy yo quien va a enterrar esa frase. Serán los gobiernos de EU los que la enterrarán cuando cambien de actitud. La frase nunca será obsoleta mientras sigan interviniendo en los pueblos”, adujo. Y de Palacagüina narró que “es esa flor que siempre se abre como una esperanza. Es la utopía y no la queremos enterrar”.

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