Caracas.— La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, anunció ayer acuerdos con el gobierno de Nicolás Maduro para vigilar la situación de las garantías individuales y llamó a la liberación de todos los que estén detenidos “por ejercer sus derechos civiles y políticos de forma pacífica”.

“Hemos podido alcanzar varios acuerdos (...) tenemos el compromiso expreso del gobierno para llevar a cabo una evaluación de la comisión nacional de prevención de la tortura, así como para evaluar cuáles son los principales obstáculos en el acceso a la justicia en el país”, dijo minutos antes de abandonar Venezuela. La expresidenta chilena celebró la liberación del diputado Gilber Caro, y de otros dos ciudadanos Melvin Farías y Julio Rojas, pero llamó a las autoridades a poner en libertad a todos los presos políticos.

También indicó: “Se va a quedar una presencia de mi oficina en el país por primera vez. Hemos alcanzado un acuerdo con el gobierno para que un pequeño equipo de dos oficiales de derechos humanos permanezca aquí con el mandato de proveer asistencia y asesoría técnica, pero también muy importante, continuar monitoreando toda la situación de derechos humanos”.

Anteriormente, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, afirmó que su reunión con Bachelet fue un “éxito” para Venezuela.

“Hoy hemos dado un primer paso de acercamiento para una relación fluida. Si en este sentido se avanza, creo que esta visita ha sido un éxito para Venezuela y el sistema de Derechos Humanos de Naciones Unidas”, afirmó el mandatario tras su encuentro con Bachelet en el Palacio de Miraflores.

Bachelet llegó a la sede presidencial acompañada por la vicepresidente venezolana, Delcy Rodríguez, y el ministro de Asuntos Exteriores del país, Jorge Arreaza.

Horas antes de la reunión, decenas de manifestantes, activistas de derechos humanos y políticos se concentraron frente al edificio donde se encuentran las oficinas del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, en el este de la capital, a fin de demandar acciones a Bachelet, quien establecerá una oficina en el país para dar seguimiento a la situación de las garantías en el país.

Familiares de presos políticos y víctimas de violaciones de derechos pidieron apoyo a la expresidenta chilena para que liberen a los presidiarios. “Le pido a Bachelet que se ponga la mano en el corazón y haga historia, abogando por nuestros derechos”, dijo Neida Brito, cuyo hijo se exilió en Chile para evitar ser detenido durante protestas que dejaron unos 125 muertos en 2017.

La Alta Comisionada sostuvo un encuentro con el líder opositor Juan Guaidó. “[Bachelet] nos manifestó que está insistiendo con la liberación de los presos políticos”, aseguró. Desde el jueves, la Alta Comisionada estuvo en reuniones con funcionarios del gobierno de Maduro. También se vio con parientes de fallecidos durante protestas.

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