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Comitán de Domínguez.— Daniela tenía sólo 15 años de edad, pero su entorno parecía ser el de una mujer mayor, con problemas de violencia de género y discusiones que siempre terminaban en golpes con su novio Víctor Manuel Bolaños, El Ardilla, 10 años mayor que ella y pandillero de Barrio 18.
Desde que conoció a Víctor Manuel, las discusiones y golpes eran constantes en cantinas —donde fichaba para ganarse unos pesos—, en la calle y en la casa.
El 11 de enero por la noche, Daniela había trabajado todo el día, pero tomó fuerza para ir al bar Garibaldi, donde comenzó una nueva pelea con Víctor Manuel.
La discusión continuó frente a un supermercado, donde ella tomó valor, sacó de su bolsa un cuchillo que le clavó a El Ardilla, y le gritó que nunca más se acercara.
Víctor Manuel se recuperó en el Hospital María Ignacia Gandulfo. Al día siguiente, se armó con una punta filosa y recorrió los bares en busca de Daniela.
En el bar El Manantial, a 500 metros de donde una noche antes él había sido herido, la encontró.
“Ven, quiero hablarte”, insistió y cuando la joven se acercó sintió que se le nublaba la vista. El Ardilla salió del bar y Daniela murió cuando era atendida. El centroamericano fue detenido días después cuando salía de su casa.
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