Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu, más centenares de cineastas, actrices y actores que apenas el martes pidieron a la Suprema Corte de Justicia de la Nación no desaparecer al Fidecine, ganaron una primera batalla en el máximo tribunal del país.

El Fidecine, creado en 2002, apoyó a cerca de 230 largometrajes, 159 de directores debutantes, como No se aceptan devoluciones, Una película de huevos y Kilómetro 31, que hasta hace tres años habían devuelto a las arcas federales 83 millones de pesos, contra los 24 millones recibidos para ser hechas.

Ayer, la Segunda Sala de la SCJN determinó que era inconstitucional la decisión ordenada en 2020 por Andrés Manuel López Obrador, Presidente de la República, secundada por la mayoría morenista en diputados y senadores, de acabar con el fideicomiso que por 18 años apoyó películas comerciales.

La votación de la Sala fue de tres a dos a favor del amparo interpuesto en su momento por Springall Pictures, lo que es un paso inicial para que al menos una docena de amparos más que apenas van llegando a la Corte, puedan tener un fallo similar.

Eduardo de la Parra, abogado de la comunidad cinematográfica, celebró la votación.

“De momento el Fidecine sigue vivo, todavía faltan casos, esta es la primera batalla, pero es significativo porque es de los pocos casos que ha resuelto la Suprema Corte sobre derechos culturales”, dijo el litigante a EL UNIVERSAL.

De la Parra, quien ha llevado y ganado en casos como la Ley General de Bibliotecas y la Mutilación de Obras de Cine en la Televisión, es quien de manera gratuita apoya a los productores cinematográficos en este caso legal.

Precisó que debido a la votación cerrada no se crea jurisprudencia (decisión similar) para los amparos que irán llegando a la Corte, por lo cual cada uno irá desahogándose individualmente.

“Comienzan a llegar el resto de amparos a la Suprema Corte y falta ver el criterio de la Primera Sala, dependiendo ahí qué decisiones tomen para uno u otro lado, si se consigue una mayoría de votos, sí se haría jurisprudencia”, dijo.

En su momento, el abogado indicó a El Gran Diario de México que el problema es que el Focine (actual figura de apoyo al cine mexicano) es creado por un acuerdo unilateral y no está contemplado dentro de la ley, como es el Fideicomiso, por lo cual puede desaparecer.

Esto contraviene al artículo uno de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos del que emana que los derechos sólo pueden ser mejorados.

“No (sorprende el resultado), se esperaba una votación cerrada, pero los argumentos eran sólidos, estoy convencido que era inconstitucional y regresiva la desaparición del Fidecine”, subrayó.

Luego del fallo de ayer, será el ministro Alberto Pérez Dayán, presidente de la Segunda Sala, el responsable de redactar la sentencia y dar su argumentación al respecto.

“Ahora es ver el proyecto del ministro Pérez Dayán, que deberá estar en las próximas semanas y votarse. Hoy triunfaron los derechos humanos y la comunidad cinematográfica”, subrayó De la Parra. La decisión de la Suprema Corte no afecta al Focine, que debe operar con normalidad.

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