“Es México, capisce?” —habría dicho el Padrino para forzar la circunstancia a su favor, desde luego sin añadir el “goei”. Pero Rafael Márquez Gasperín decidió imponer estilo propio, más chilango y coloquial, a la hora de explicarse con el policía que acudió a poner límites a su arbitrariedad.

No es tarea sencilla definir qué es México y sin embargo este muchacho de 21 años parece tenerlo muy claro.

Debo decir que me despierta una gran curiosidad lo que quiso decir. ¿Es México un consenso? ¿Una identidad rígida? ¿Una tabla de la ley? ¿Un modo de ser sin remedio? ¿Una pintura rupestre? ¿Un orden de las cosas inconmovible?

En ausencia de una respuesta puntual me quedo para saciar las dudas con las expresiones que este joven escupió contra el ciclista al que pretendía atropellar, contra el policía al que se le fue a golpes y con la fuga sobreactuada donde se llevó a rastras una ecobici.

Entiendo que don Rafael cree vivir en un México donde el vehículo en el que se transportan las personas define de manera incuestionable el lugar que cada quien ocupa en la jerarquía social.

Un país donde es ridículo que un ciclista desafíe al dueño de un Audi, y todavía más increíble que existan carriles confinados para la bicicleta.

Para don Rafael es México un país donde la propiedad ajena no importa. Una sociedad donde puedes intentar atropellar a una persona y luego creer que escaparás campante.

En el México de este joven se puede golpear a un policía. Para eso está su papá. Un señor al que es posible llamar cada vez. Ese padre que ha de tener conectes en los más altos niveles para limpiar su porquería.

Y sin embargo, a pesar de lo que piense o imagine Rafael Márquez Gasperín, México también es otra cosa.

Es un lugar donde el ciclista —Ari Santillán— defendió su derecho a circular sin agachar la cabeza, porque la jerarquía social lo tiene sin cuidado. Uno donde debe respetarse a la persona, aunque viaje en bicicleta. Donde la ley ha de aplicarse para todos, aunque se trate de un mirrey sobradísimo.

Es México un país donde es mejor denunciar jurídica y socialmente. Es México el país dónde cada día se documentan y combaten mejor las arbitrariedades.

México es un país dónde los otros salen al auxilio. Donde el nombre o el cargo del papá son cada día más irrelevantes. Donde la prepotencia se va volviendo cada vez más repudiable.

¿Cuál de los dos es México? ¿El del ciclista o el del conductor del Audi? ¿Quién capta mejor al mexicano contemporáneo?

Quizá este sea el tema más interesante de nuestra generación: el México de Rafael se estrella todos los días contra el México de Ari. Los dos pugnan por prevalecer, uno intenta humillar a la autoridad y otro le exige que asuma a plenitud su responsabilidad.

De una cosa sí estoy cierto: hoy es México un país dónde la indignación social está siendo el resorte que mejor funciona para transformar el espacio público.

ZOOM: ¿Sería un milagro que Rafael Márquez Gasperín pidiera una disculpa sincera por su comportamiento? Ari Santillán y el policía agredido se lo merecen, pero sobre todo se lo merece el joven Rafael a sí mismo.

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@ricardomraphael

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