recibió amenazas después de que Luis Rubiales, el entonces presidente de la Federación de Futbol de España, la besó en la boca tras la final de la Copa Mundial femenil dijo en una entrevista publicada en GQ en Español el lunes

“He tenido que asumir las consecuencias de un acto que no provoqué, que no había elegido ni premeditado”, indicó. “He llegado a recibir amenazas, y eso es algo a lo que no te acostumbras nunca"

Hermoso no dio detalles sobre esas amenazas y sólo dijo que pasó por “semanas difíciles” tras estar en el centro de una de las peores crisis del futbol español.

La jugadora recibió un beso en la boca sin su consentimiento de Luis Rubiales durante la ceremonia de entrega de medallas tras el triunfo de España sobre Inglaterra en la final del Mundial en agosto en Sidney.

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Hermoso indicó que el beso fue sin su consentimiento y que la fiscalía estatal española posteriormente acusó a Rubiales de agresión sexual y coerción. Alegaron que Rubiales —quien eventualmente renunció a su cargo— intentó convencer a Hermoso y sus familiares de restarle importancia al beso.

“También el tener que contarlo una y otra vez me estaba haciendo mucho daño.”, comentó. "Pero sé que lo tenía que soltar de alguna manera. Sigo trabajando en ello con la ayuda de mi psicóloga, con la que llevo muchos años. Para mí, la salud mental es tan importante como el entrenamiento diario, como las horas que tengo que dormir para poder salir al campo. Gracias a ella me siento fuerte y no estoy derrumbada o pensando en no querer jugar más a fútbol. No he perdido la ilusión”.

Hermoso agregó que quiere que la recuerden “como una persona que ha querido dejar a España en lo más alto, pero, sobre todo, como alguien que ha intentado que muchas mentalidades cambien”.

“Por suerte o por desgracia, está esta historia, pero voy a aprender a aprovecharla positivamente para pelear por lo que creo que es bueno para la sociedad”.

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