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La Ciudad de México está llena de pistas que nos transportan al pasado: calles, casas, conventos e iglesias que esperan pacientemente a que alguien cuente sus historias o sobre los fantasmas que los habitan, y es justo esa la labor de Intervención Histórica .
Durante una temporada al año, el equipo de historiadores liderado por Jesús Campos ofrece la posibilidad de redescubrir la Ciudad de México a través de historias y recorridos que son completamente gratuitos para el público.
La cita es cada sábado a las 12 horas en algún punto de la ciudad. Entre los asistentes, sobresalen los títeres de Sor Juana , de la novia abandonada de la calle Regina y de Don Juan Manuel , protagonista de una de las leyendas más famosas de la ciudad y autor de la frase “dichoso aquel que sabe la hora de su muerte”.
Minutos después comienza el viaje: se cuentan las historias, aparecen los fantasmas, los dioses prehispánicos, las chinampas que alguna vez recorrieron esas calles, las escenas de crímenes pasados, mercados que ya no existen, monjas y novios que nunca llegaron.

“La gente se siente muy identificada porque no solo se habla del crimen o de los fantasmas, hablamos de toda la historia, y ese es justo el pretexto. La gente viene a escuchar la historia de fantasmas y termina escuchando la historia de todo un barrio”, dijo Jesús a EL UNIVERSAL.
El historiador dice que su interés por los fantasmas comenzó en 2004, cuando definió su tema de licenciatura. Con los años, su trabajo se ha afianzado.
“Yo veía que nadie estudiaba esto que es tan bonito en la historia y que es complicado porque estás hablando de la historia de la fantasía. Comencé a trabajar desde la licenciatura, dábamos clases en los microbuses del Centro Histórico, contábamos historias y de allí se volvió una adicción contar lo fantástico y lo criminal de esta ciudad”.
En 2016, Mariano Leyva, en aquel tiempo director del Fideicomiso del Centro Histórico, se interesó por el proyecto y lo impulsó. Desde entonces, Intervención Histórica se ha aferrado a las calles de la Ciudad de México con temporadas de leyendas cada año. Hasta ahora, llevan alrededor de 60 recorridos y ninguno se ha repetido.

Jesús nunca ha visto un fantasma o escuchado ruidos extraños (cosa que lamenta porque sería la prueba de que existe algo después de la vida), pero es un investigador apasionado que resalta la importancia de mantener vivas estas leyendas que tienen mucho que ver con la nota roja.
“La nota roja y las historias de fantasmas están unidos porque allí donde hubo una tragedia, donde no hubo una buena muerte o donde desaparece alguien es donde empiezan a aparecer las historias de fantasmas, allí donde hay crimen, siempre hay fantasmas”, comentó.
El recorrido de este sábado 26 de octubre lleva por nombre “ Historias de iglesias, cuervos, demonios y fantasmas ”. En las tres paradas que abarca (Colegio de San Ildefonso, Plaza Loreto y Mercado Abelardo Rodríguez) se irán contando las leyendas de la zona, las tradiciones y pasajes de la literatura popular y de la Revolución Mexicana.
El sábado 2 de noviembre no habrá recorrido, pero se retoman el 9; el 16 de noviembre el tema será “ Muy Chulos y coquetones. Conmemorando el baile de los 41 ”; “ El día que Quetzalcóatl se quiso comer a Santa Claus. Una historia de navidades pasadas ” será el eje de otro recorrido con fecha próxima.

Pese a ser un equipo de poco menos de 10 personas, Jesús se dice orgulloso de la labor de Intervención Histórica, del apoyo del Fideicomiso del Centro Histórico y de la gente tan ávida de este historias que los acompañan cada sábado.
“Se siente padrísimo porque una de las cosas que se cree es que la gente en la ciudad no tiene cultura, insisten en que no leen y que no se promueve la cultura, pero cuando se promueven este tipo de recorridos te das cuenta que hay 250 o 300 personas. México es un país al que le gusta la cultura”.
Al final del recorrido de poco más de una hora, el equipo regala libros a aquellos que respondan a preguntas sobre fechas, cifras, nombres o números dados previamente. Muchos asistentes tienen un tarjetón con la imagen de cada recorrido y cada sábado, al final, los organizadores lo perforan. Los que más asistencias tengan, se llevan sorpresas al final de la temporada. Doña Graciela Negrete, por ejemplo, ha acudido a todos los recorridos .

Foto: Janet Mérida / EL UNIVERSAL
“Los recorridos han sido fabulosos porque nos dan a conocer cosas de nuestra cultura mexicana a través de pequeños paseos, nos cuentan la historia, nos cuentan leyendas o sucesos que han pasado en esta gran ciudad”, dijo a EL UNIVERSAL.
Antes de despedirse, el equipo se toma una foto con los asistentes y otros se quedan para tomarse fotos con Don Juan Manuel, con la novia de la calle de Regina, con Sor Juana o para resolver algunas dudas que los historiadores nunca tienen problema en contestar. Algunos se quedan para felicitarlos por esa labor, la de ir en busca de los fantasmas de la Ciudad de México y compartir sus historias con todo aquel que desee escucharlas.
nrv