En el 2021 el gobierno federal dejará de recaudar 994 mil 368 millones de pesos por diversos regímenes fiscales especiales, beneficios, exenciones y tasas de impuestos diferenciadas, señaló Ethos Laboratorio de Políticas Públicas.
De acuerdo con la directora del think tank, Liliana Alvarado, lo anterior representa el 4.1% del tamaño de la economía y la renuncia recaudatoria más importante de los últimos nueve años.
Hizo ver que muchos de estos privilegios de los que gozan algunos contribuyentes, contenidos en lo que se conocía como presupuesto de gastos fiscales, llegaron para quedarse porque no se ha hecho un análisis de su impacto.
Comentó que eso sucedió con la tasa cero del IVA para alimentos y medicinas que permanece así.
Daniel Álvarez, especialista senior en sector público para la Unidad de Política Fiscal y Crecimiento Sostenido en el Banco Mundial (BM), dijo que en el contexto de la pandemia en gastos tributarios a México "nos agarró con los dedos en la puerta".
En esta coyuntura, se debe plantear la necesidad de diferenciar entre las fases de la pandemia como objetivos de política pública, por ejemplo la primera de ellas sería la contención los instrumentos de incentivos que se van a utilizar con relación a la recuperación económica.
Muchos países implementaron de manera efectiva medidas que buscan diferir el pago de contribuciones; en esas circunstancias paliar los efectos de flujo de caja para las empresas resultan muy convenientes, comentó.
Sin embarho, siempre y cuando exista cierto grado de madurez de las administraciones tributarias para que su efecto sea de manera efectiva y transparente.
No obstante, lamentó que en la mayoría de los países falta incentivar el cumplimiento voluntario y monitorear ese tipo de medidas.
Después en la segunda fase de la pandemia que es la recuperación económica, el especialista del BM dijo que nos topamos con muchas de las carencias para dar incentivos que sean efectivos.
Una manera útil en su opinión sería permitir las deducciones en activos fijos en materia del impuesto sobre la renta para empresas, porque pueden ser un instrumento menos distorsionante y más efectivo.
Sin duda también la simplificación, transparencia y reglas claras para saber si un contribuyente puede aplicar para este incentivo, añadió.
Fernando Peláez, del Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT), dijo que hay algunos que se aprovechan de estos gastos fiscales.
Ricardo Fenochietto, economista del Fondo Monetario Internacional (FMI), mencionó que en República Dominicana, Bolivia, Honduras y Uruguay el gasto tributario asciende entre 1.5% y 7% del producto interno bruto (PIB)
Sin embargo, manifestó que hay que tomar en cuenta que, si se llegaran a eliminar dichos gastos fiscales, no se trasladarían automáticamente; no implicaría una mejora en las posiciones fiscales o un incremento en la recaudación en la misma magnitud.
Incluso consideró que no existe un esquema tributario sin esas renuncias de recaudación, porque hay casos como en Ecuador que incluye a las organizaciones sin fines de lucro.
Es importante medirlos, pero falta hacer el antes y después de lo que pasa con los gastos fiscales, para saber el impacto de por ejemplo lo que representa en generación de empleos una exención de impuestos a cierto sector, consideró.
Es decir, una evaluación antes de darlos, un seguimiento después de que se otorgaron y el control con base a esos resultados para continuar dando privilegios que representan dejar de recaudar ciertos ingresos por beneficios y exenciones. “Tienen que pasar a la etapa dos para evaluar”, advirtió.
México ha avanzado en el impuesto sobre la renta (ISR) al exentar a los pequeños contribuyentes que se inscriben en un régimen especialmente diseñado para ellos, afirmó.
Lee también: SAT genera un poco de desconfianza
cev