Primero llegaron las llamadas angustiosas de los doctores que estaban en refugios y morgues subterráneas. Luego, los residentes de zonas que estaban siendo bombardeadas sin parar, en las cuadras que seguían bajo control de los rebeldes en Aleppo, comenzaron a enviar emotivos mensajes de despedida que fueron ampliamente difundidos, especialmente en las redes sociales.

Ellos querían tener la última palabra de esta guerra despiadada.

"Hay un problema en este planeta", dijo Monther Etaky, diseñador gráfico de 28 años. "Este planeta no quiere que la gente viva libre, o como humanos".

La opinión pública sobre la guerra en Siria ha sido mayormente producto de YouTube, Twitter y Facebook, lo cual la convierte en una de las guerras más documentadas del mundo mediante videos y cobertura amateur. Esto ha dado a los activistas los papeles más prominentes para contar la guerra en detalle, y para pedir que el mundo responda a lo ocurrido.

Tras casi seis años de guerra, esos activistas se quejan de que el mundo se ha hecho dela vista gorda.

"¿Por qué este silencio? La gente está siendo aniquilada", tuiteó Abdulkafi Alhamdo, un maestro de inglés que ha sido un abierto crítico del gobierno del presidente Bashar Assad. Luego remató: "El último (mensaje). Gracias por Todo. Compartimos muchos momentos. Los últimos tuits fueron los de un padre conmovido. Adiós #Alepo".

Alhamdo luego salió en vivo en el enlace por video Periscope para decir que soldados del gobierno se acercaban.

"Este es el último espacio", dijo. "Espero que nos recuerden".

Un socorrista local, que solo se identificó como Omar, envió un emotivo mensaje grabado que fue ampliamente compartido por Whatsapp.

"Las fuerzas del gobierno están al final de la calle. Perdónennos", dijo, disculpándose por no haber podido proteger el enclave rebelde, otrora visto como la joya de la rebelión siria.

Luego de tomar y mantener el control por cuatro años de casi la mitad de lo que fuera la ciudad más grande y núcleo comercial de Siria, cientos de residentes de Alepo fueron acorralados en una milla cuadrada durante días mientras los soldados del gobierno sirio, con respaldo por Rusia, hacían caso omiso a los pedidos de cese de fuego, avanzando mientras las defensas rebeldes caían.

Hospitales fueron derribados y vehículos de defensa civil fueron bombardeados. Miles deresidentes huyeron a zonas controladas por el gobierno, pero otros miles, probablemente fieros oponentes del gobierno, se unieron a los rebeldes en el enclave que se hacía cada vez más chico.

Etaky dijo que al principio quedó por el hecho de que las defensas rebeldes sucumbieran.

"Pero cuando se me prendió el foco y pensé sobre lo que estaba ocurriendo y la causa delo que estaba ocurriendo, lo supe", dijo.

Luego de alrededor de cinco meses de asedio, los rebeldes no tuvieron más fuerza para continuar, dijo. Con sus familias atrapadas en la ciudad junto con ellos, muchos combatientes abandonaron las filas para resguardar la seguridad de sus familiares.

Pero lo más importante, añadió, "fue el silencio del mundo".

Poco antes de que se anunciara la tregua, Etaky dijo a la AP que como testigo de la guerra, pensaba que los años de violencia lo había adormecido. Desde que se mudó al sector de los rebeldes en el 2012, había perdido unos 50 amigos, dijo.

"Ayer, cuando me estaba despidiendo por última vez, fue la primera vez que me afectó porque era la última vez", puntualizó.

Agregó que estaba orgulloso de haber podido documentar la guerra. Otras ofensivas del gobierno sirio, incluyendo las de Hama y Alepo en la década de 1980, no fueron documentadas, dijo.

"Si mi hijo crece y explora la internet, podrá ver a su padre y lo que ha documentado, y estar orgulloso de que su padre fue un héroe", dijo Etaky, tratando de no llorar.

ae

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