Médicos y enfermeras particulares atienden diariamente en el Valle de México a contagiados de Covid, ya sea de manera presencial o vía telefónica.

Es por ello que la doctora Verónica Bentata Medina y dos de sus enfermeras decidieron acudir ayer al centro de vacunación habilitado en el 22 Batallón de la Policía Militar Chivatito del Ejército para aplicarse la primera dosis de la vacuna contra el nuevo coronavirus.

Sin embargo, la doctora y su equipo, que laboran en un consultorio de la colonia San Juan de Aragón, alcaldía Gustavo A. Madero, fueron rechazadas porque la prioridad en este momento es el personal médico de la primera línea de batalla en los hospitales públicos.

“Somos médicos familiares y damos consulta de primer contacto. Antes de llegar a los hospitales van [los pacientes] a consulta con su médico familiar y también, obviamente, necesitamos vacuna, ¿no?”, consideró.

Alrededor de las 10 de la mañana, Bentata Medina y las dos enfermeras llegaron al 22 Batallón Militar, se formaron y cinco minutos después un militar les notificó que no es su turno aún, por lo que tienen que esperar a que la Secretaría de Salud (Ssa) les notifique cuándo les tocará.

Entre la entrada y salida de autobuses con personal médico para vacunar y de algunas carrozas para recoger cuerpos del 22 Batallón, que funciona también como hospital Covid, la médica general aseguró que todos los días atiende a muchas personas infectadas tanto en su consultorio como vía telefónica.

“Son los pacientes que no se quieren ir a un hospital, que nosotros los estamos apoyando en casa. Muchos necesitan atención todavía; por vía telefónica y presencial también se atienden”, comentó.

Bentata Medina reconoció que los médicos que están en la lucha contra el Covid son los de los hospitales del gobierno, por lo que deben ser inmunizados primero, como debe de ser.

“Pero nosotros también necesitamos la vacuna y ahora hay que esperarse”, dijo al EL UNIVERSAL resignada.

Aseguró que la pandemia en la Ciudad de México es grave todavía y los “contagios están al 100, yo creo que estamos peor que al principio, pues el número de pacientes es cada vez mayor y los recursos son mínimos”, aseguró la doctora.

“La consulta diaria en un consultorio ahorita es muy alta tanto vía telefónica, porque muchos pacientes no salen de casa, como presenciales. Entonces, te la puedes pasar dando consulta y al mismo tiempo contestando y apoyando a la gente que está en casa, gente que se está atendiendo en casa, que está buscando tener el insumo para no llegar a un hospital”, expuso.

Al ser rechazadas, la doctora Verónica Bentata y las dos enfermeras regresaron a su consultorio con la esperanza de que la Secretaría de Salud no tarde en autorizar la vacunación a los médicos particulares.

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