"No estoy segura de cómo va a terminar esto", soltó Gilda Margarita Austin y Solís, mamá de , horas antes de que el juez de Control del Reclusorio Norte, Gerardo Alarcón López, determinara la madrugada de este viernes retirarle la prisión domiciliaria, en una larga audiencia de revisión de medidas cautelares de 11 horas.

Visiblemente molesta por los señalamientos sobre sus decenas de viajes a Europa, Asia, África y Sudamérica, posesión de bienes inmuebles y económicos, con los que la FGR intentó impedir que le quitaran la prisión, la señora de 75 años dijo que si le permitían salir podría visitar a su hijo preso en el Reclusorio Norte.

"Si me dejan salir yo lo visitaría, me atendería mi salud, sería un apoyo y no una carga para Gilda y Emilio, es le derecho que toda madre tiene".

Lee también

Austin y Solís aseguró que ha "sido testigo de la violencia sufrida a él (Lozoya) y a mí familia. No estoy segura de cómo va a terminar esto".

Lo que busca, dijo, es cómo soportar toda esta situación que le ha causado estrés postraumático, ansiedad y depresión, por lo que "mi situación está al límite", sentenció.

La señora afirmó que a su edad y en las condiciones físicas y mentales en las que se encuentra no representa riesgo para el gobierno federal, Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), que la acusan de beneficiarse de los sobornos de Odrebecht.

Lee también

"Busco condiciones para enfrentar esta situación de mi hija (Gilda Susana), nuera (Marielle Helene Eckes) e hijo (Emilio Lozoya), que es testigo colaborador y fue injustamente encarcelado".

Y añadió: "Este 2023 cumplo 4 años de arraigo domiciliario, luego de permanecer en cuatro prisiones de Alemania".

Lee también


Suscríbete aquí Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión y muchas opciones más.




maot

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Comentarios

Noticias según tus intereses