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En los centros penitenciarios existe una complicidad entre las autoridades y las personas encarceladas que utilizan teléfonos celulares para cometer ilícitos, ya que son éstas las que ingresan los aparatos, los venden y permiten su uso, señaló Alejandra Cuevas Morán, en entrevista con EL UNIVERSAL.
“Las mismas autoridades son las que permiten, primero, la entrada, y luego, ya cuando está funcionando el celular, pues también se hacen de la vista gorda, y que no la vieron”, expresó.
Lo anterior, en relación a la nota publicada por este rotativo el pasado 15 de noviembre, sobre el incremento en 93% del uso de celulares y más de 93 mil llamadas de extorsión realizadas desde los reclusorios, de acuerdo con datos del 2016 al 2021 del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
Cuevas Morán estuvo recluida en el penal de Santa Martha de octubre de 2020 a marzo de 2022, acusada de homicidio por omisión en contra de Federico Gertz Manero, hermano del fiscal general de la República Alejandro Gertz Manero; la Suprema Corte de Justicia de la Nación le otorgó un amparo por considerar que fue inconstitucional el auto de formal prisión que se le dictó.
“Mi experiencia en Santa Martha me mostró una realidad desgarradora: mujeres, casi niñas, inicialmente temerosas y nerviosas, siendo gradualmente absorbidas por grupos de mayor jerarquía dentro del penal. Lo que empezaba como una coacción para realizar llamadas delictivas, con el tiempo se convertía en una práctica cotidiana y normalizada”, compartió en sus redes sociales.
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Y en charla con este rotativo detalló que las internas de Santa Martha que tienen un celular en su poder, lo rentan por 50 pesos la hora, y son utilizados para realizar extorsiones, aunque en menor medida que las que se realizan desde centros penitenciarios de hombres.
“Sí se da (la extorsión), pero es mínima en las cárceles de mujeres, o por lo menos en Santa Marta, y te lo digo porque es la que yo conozco. No hay ninguna duda, porque no es que yo haya visto uno, vi muchísimos, y vuelvo a lo mismo, ¿y cómo entran los aparatos?”, enfatizó.
“En los penales de hombres, tengo entendido, que es donde realmente se efectúan todas estas extorsiones, no es tanto en el penal de las mujeres, porque en los penales de hombres los celulares se manejan abiertamente, en el de mujeres no, está penadísimo que te encuentre con el celular, y si te lo encuentran, ten la seguridad de que te vas entre ocho y de 10 a 15 días a la celda de castigo”, comentó.
Explicó que cuando le incautan un celular a alguna de las mujeres que se encuentran recluidas en Santa Martha, las autoridades les piden dinero para no castigarlas, y después les revenden el teléfono.
“Ya le encontraron el celular, y entonces le dicen: te vas a ir a la celda de castigo o me da 5 mil pesos. Entonces, con 5 mil pesos no las llevan a la celda de castigo, pero sí les recogen el celular; y ese mismo celular, mágicamente, aparece luego otra vez con las internas. Obviamente, las mismas autoridades lo vuelven a vender”, recalcó.
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