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El Ejército tuvo en 2023 69 bajas durante la campaña contra el narcotráfico, la cifra más alta del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, y la tercera más letal para los militares desde 2006 que el expresidente Felipe Calderón declaró la guerra a los grupos criminales en el país.
Pese a la estrategia de “abrazos, no balazos”, los elementos caídos en 2023 se incrementaron 138% con respecto a los 29 de 2022; en promedio cinco fallecieron cada mes en el año que pasó, según datos del registro de personal muerto en acciones contra el narco de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
“Es la muerte de abrazos, no balazos. El gobierno de López Obrador ya no puede sostener bajo ninguna circunstancia lo de abrazos, no balazos, que es evasión de combates, tratar de eludir combates con el narcotráfico para reducir la violencia”, dijo Raúl Benítez Manaut, experto en Fuerzas Armadas e investigador de la UNAM, ante las cifras.
En los cinco años del gobierno de López Obrador suman 155 militares fallecidos en la campaña permanente contra el narcotráfico, la mayoría en 2023, con 69, seguido de 2021 y 2022, con 29; en 2019, con 19; en 2020, con nueve, lo que para Benítez Manaut significa que sigue habiendo guerra en la que unos años son más crueles que otros.
“Lo del personal fallecido significa que hay guerra, en la guerra se mueren y hay combates, algunos años serán más cruentos y otros más débiles, pero la guerra se está expandiendo al sur del país”, indicó.
Aunque el actual sexenio registra la cifra más baja de uniformados verde olivo caídos en comparación con los periodos de Felipe Calderón Hinojosa (361) y Enrique Peña Nieto (182), respectivamente, tiene el tercer peor año para la Sedena, por debajo de 2010, que mantiene el récord de 89 militares fallecidos, seguido de 2012, con 73 bajas.
Además este periodo marcó ya la segunda cifra más alta de militares fallecidos en un mismo evento. Se trata de los 10 elementos de la Fuerza Especial de Reacción abatidos en el operativo de recaptura de Ovidio Guzmán López, alias El Ratón, en enero de 2023, que quedó por debajo de los 12 que murieron en 2008 al desplomarse un helicóptero de la Fuerza Aérea Mexicana que participaba en operativos contra la delincuencia organizada en Michoacán.
Benítez Manaut dijo que los cárteles aumentaron su poder de fuego para expandirse en el país, generando enfrentamientos con sus rivales y el Ejército, que no puede eludir.
Dijo que el Cártel Jalisco Nueva Generación se ha expandido al sur, enfrentándose con el Cártel de Sinaloa, en Chiapas, por lo que en consecuencia hay mucho más choques que han llevado a más bajas militares.
“El Cártel Jalisco es bastante más violento que De Sinaloa, Sinaloa es un cártel que siempre busca la corrupción de funcionarios y la convivencia y usa como última instancia los enfrentamientos y Jalisco al revés, demuestra su poder con enfrentamientos y eso es imposible que las Fuerzas Armadas lo eludan, pero, yo creo, es la muerte de abrazos, no balazos que no era una estrategia muy coherente pero sí llevaba a la búsqueda de no enfrentamientos pero ahora ya es muy difícil sostener eso”, expuso.
Agregó que la seguridad nacional en México está debilitada porque las instituciones que deben garantizar están afrontando múltiples tareas que no son de seguridad nacional.
Las muertes de militares en la lucha contra el narcotráfico se concentran en los estados de Sinaloa, 164; Tamaulipas, 87; Michoacán, 70; Guerrero, 65; y Nuevo León, 36, desde que la Sedena inició el registro en diciembre de 2006.
Para el experto en seguridad, Javier Oliva Posada, el aumento de las bajas en el personal militar que combate al narcotráfico tiene que ver con el incremento de la capacidad de fuego de los grupos criminales que operan en el país.
Asimismo, dijo, ha faltado una estrategia de seguridad en este sexenio en el que “no se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Programa Nacional de Seguridad”, con lo que no se pueden medir los resultados en materia de seguridad pública de esta administración.
“Las capacidades bélicas desarrolladas por organizaciones criminales y el flujo de armas en el país provenientes de Estados Unidos, han traído resultados lamentables para el Ejército”, apuntó.