San José.— Estados Unidos declaró ayer a Nicaragua como una “extraordinaria e inusual amenaza para la seguridad nacional” y a su política exterior por lo que sancionó a la vicepresidenta nicaragüense, Rosario Murillo —esposa del presidente Daniel Ortega—, al responsabilizarla de corrupción generalizada, abuso grave de los derechos humanos y uso de la violencia indiscriminada y de tácticas represivas contra los civiles en el país centroamericano.

En las más severas sanciones impuestas por EU al régimen nicaragüense desde el inicio de la crisis política —el pasado 18 de abril— se incluye también a Néstor Moncada, asistente de seguridad de Ortega y de Murillo.

El Departamento del Tesoro de EU anunció que el “régimen” de Ortega y sus partidarios “continúan cometiendo una corrupción desenfrenada, desmantelando instituciones democráticas, serios abusos de los derechos humanos y explotación del pueblo y de los recursos públicos de Nicaragua para beneficio privado”.

Por las sanciones, toda propiedad de Murillo y Moncada en EU será bloqueada y quedó prohibida cualquier transacción de ambos con estadounidenses, explicó.

Murillo y “sus operadores políticos buscaron sistemáticamente desmantelar las instituciones democráticas y saquear la riqueza de Nicaragua para consolidar su control sobre el poder”, dijo el secretario del Tesoro de EU, Steven Mnuchin, al anunciar que su gobierno culpa a Ortega de la corrupción, la muerte de cientos de inocentes y la destrucción de la economía.

“Es un mensaje al presidente Ortega en búsqueda de una estrategia de salida y comenzar un proceso para (...) elecciones libres y justas”, dijo un funcionario del gobierno de Donald Trump a periodistas bajo condición de anonimato. “Es una oportunidad para encontrar algún tipo de solución (...) a la crisis que han creado”, añadió.

El gobierno de Nicaragua, por su parte, acusó a Washington y a la extrema derecha interna de fraguar un golpe de Estado, y acusó ayer a Trump de entrometerse en asuntos internos de Nicaragua.

“Declaramos improcedentes, inconsecuentes, irrespetuosas, falsas e ilegítimas todas las acusaciones que ratifican las perspectivas y prácticas imperialistas de EU y la condición servil y abyecta de los vendepatria criollos”, alegó, en un comunicado que emitió ayer en la tarde.

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