Bajo el resguardo de las fuerzas de seguridad, una multitud de venezolanos se congregó ayer en las afueras de algunos supermercados de Caracas, horas después de que el fobierno del presidente Nicolás Maduro ordenó a sus dueños bajar los precios en medio de la mayor crisis de alimentos en el país.

La medida obligó a más de 200 supermercados a reducir los precios a los niveles de hace un mes a pesar de la hiperinflación que azota a la nación petrolera. En un local ubicado en una exclusiva zona del este de Caracas, cientos de personas, incluidos bebés, jubilados y niños con discapacidad, hicieron filas antes del amanecer, en horas en las que reinó el caos.

“¡Tenemos hambre! ¡Queremos comida!”, gritaban en coro, mientras golpeaban las puertas de un importante supermercado del el este de Caracas que estuvo cerrado durante horas.

El mandatario venezolano decretó un alza del salario mínimo, aunque a la tasa del mercado paralelo representa sólo dos dólares por mes. La moneda venezolana, el bolívar, se ha debilitado alrededor de 98% frente al dólar en el último año.

Los precios de los alimentos básicos aumentan casi a diario en un país donde ya muchos tasan en dólares su mercancía pese a que la población no tiene forma de comprar divisas debido al férreo control de cambio que mantiene el gobierno.

Con una inflación, que según una medición del Congreso controlado por la oposición llegó a cuatro dígitos en 2017, las filas en los supermercados habían disminuido por lo costoso que resultaban el arroz, la harina de maíz, de trigo o los huevos. Maduro, electo por estrecho margen en 2013 tras la muerte de Hugo Chávez, culpa a la oposición, Estados Unidos y a los empresarios de librar una “guerra económica” contra su gobierno.

La noche del viernes hubo intentos de saqueos en varias regiones del país. En el sureño estado de Bolívar fueron saqueados unos 20 comercios y la prensa habló de dos muertos y varios detenidos. Por ello, el gobierno movilizó a la fuerza pública para restablecer el orden.

Piden “intervención militar”. En un artículo publicado el 4 de enero en El Nacional, el prestigioso economista y ex ministro venezolano Ricardo Hausmann, profesor de la universidad estadounidense de Harvard, pidió considerar la posibilidad de una “intervención militar internacional” avalada por el Parlamento —de mayoría opositora— para sacar del poder al chavismo en Venezuela.

“La Asamblea Nacional [Parlamento] podría destituir [a Maduro]. Dado el vacío de poder, la Asamblea nombraría de forma constitucional a un nuevo gobierno, que podría solicitar asistencia militar a una coalición de países amigos, entre ellos, latinoamericanos, norteamericanos y europeos”. “Esta fuerza liberaría a Venezuela de la misma forma en que canadienses, australianos, británicos y estadounidenses liberaron a Europa en 1944-1945”, añadió, en referencia a la guerra que acabó con el nazismo.

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