El presidente Donald Trump revelará este viernes un cambio de estrategia de Estados Unidos co n respecto al acuerdo internacional sobre el programa nuclear de Irán , pero sin llegar a abandonarlo, como había prometido durante la campaña electoral.

Aunque no se aparte de este pacto alcanzado en julio de 2015 entre Teherán y los gobiernos de Washington , Moscú , Pekín , París , Londres y Berlín , lo "descertificará", según avanzó el secretario de Estado estadounidense , Rex Tillerson .

El giro que tomará este emblemático logro de su predecesor Barack Obama se anuncia como una de las decisiones más controvertidas de Trump, nueve meses después de asumir el cargo.

"Cree que el acuerdo es débil y no responde a varias cuestiones importantes", agregó el jefe de la diplomacia estadounidense antes del discurso del mandatario previsto para las 12H45 locales (16H45 GMT).

Trump no le pedirá sin embargo al Congreso "reimponer" sanciones contra Irán que acaben en los hechos con el marco de referencia del pacto nuclear, según añadió el secretario de Estado.

Lo que sí hará será emitir sanciones particulares para afectar "las estructuras financieras y a ciertos individuos" relacionados con los Guardianes de la Revolución , el Ejército de élite iraní, dijo Tillerson.

Aunque Estados Unidos no lo abandone, Trump podría abrir un período de gran incertidumbre al negarse a "certificar" que Teherán cumple con sus compromisos, a pesar de que así lo afirme la Agencia Internacional de Energía Atómica ( AIEA ).

El acuerdo busca garantizar el carácter exclusivamente civil del programa nuclear iraní y AIEA ha confirmado hasta ahora el cumplimiento de Teherán, por lo que de no certificarlo Trump estaría desvalorizando a ese organismo del sistema de Naciones Unidas , en otro golpe al multilaterismo tras anunciar el jueves su retiro de la Unesco.

"Nuestra intención es quedarnos en el JCPOA (siglas del acuerdo), pero el presidente lo descertificará", dijo Tillerson, quien también aseguró que el mandatario no pedirá al Congreso "reimponer" sanciones a Teherán porque ello sería decir que, "en efecto, nos estamos apartando del acuerdo".

ENMANOS DEL CONGRESO

Trump se pronunciará sobre el tema porque según una ley estadounidense el presidente debe "certificar" o no ante el Congreso cada 90 días que Teherán respeta el acuerdo y que éste es del interés de Estados Unidos.

Teóricamente, la decisión de "no certificación" da a los legisladores 60 días para decidir si vuelven a imponer las sanciones levantadas en 2015 en el marco del pacto. Un regreso de las sanciones sellaría, eso sí, el fin del acuerdo.

Los detractores del acuerdo esperan que este nuevo enfoque de Estados Unidos lleve a renegociar el pacto para hacerlo más estricto. Pero París, Berlín y Londres, cuyas empresas volvieron a invertir en Irán, descartan toda posibilidad de reabrir los debates sobre el texto.

Por su parte, los defensores del pacto sostienen que la voluntad de Washington de poner en riesgo un texto que se firmó hace apenas dos años sería un terrible mensaje para Corea del Norte, bajo presión internacional por su programa nuclear y misilístico, que concluiría que es inútil dialogar con Estados Unidos.

"No habría consecuencias más catastróficas para la paz con Corea del Norte que retirarse del acuerdo con Irán", escribió recientemente Ned Price, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional bajo Obama.

El senador demócrata Chris Coons advirtió que una "no certificación" podría ser "malinterpretada" por los aliados de Washington. "Es un periodo de alto riesgo", estimó.

La reacción de Teherán será también observada cuidadosamente.

"Si Estados Unidos toma una posición hostil frente a un acuerdo internacional", "se opone no solamente a Irán sino al mundo entero", dijo el presidente iraní, Hasan Rohani.

LLAMADOS DE CHINA Y RUSIA

Horas antes del discurso de Trump , China instó a Estados Unidos a preservar el acuerdo con Irán, que consideró "importante para asegurar el régimen internacional de no proliferación nuclear así como la paz y la estabilidad de la región".

También Rusia dijo que un eventual rechazo de Trump a certificar el pacto podría "seguramente afectar la previsibilidad, la seguridad, la estabilidad y la no proliferación en todo el mundo". "Esto podría agravar seriamente la situación relativa al dosier nuclear iraní", afirmó el portavoz del Kremlin , Dimitri Peskov.

La principal negociadora estadounidense del texto en la era Obama, Wendy Sherman, dijo de su lado que "la inquietante política extranjera de Irán es precisamente la razón por la que el acuerdo es necesario".

"Un Irán dotado de un arma nuclear sería mucho más amenazante para la seguridad regional y mundial", escribió Sherman esta semana, advirtiendo de las repercusiones potencialmente "desastrosas" sobre la política extranjera estadounidense en caso apartarse del pacto.

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