Londres.— Asediada por sus colegas conservadores, la primera ministra británica, Theresa May, afronta una dolorosa cuenta atrás hacia su salida del poder, por la imposibilidad de consensuar entre los suyos un plan para el Brexit.

La fragilidad de su posición, en entredicho desde hace meses, se evidenció ayer, cuando el Ejecutivo desistió de su intención de presentar hoy ante el Parlamento el polémico proyecto de ley sobre el acuerdo de retirada de la Unión Europea (UE), con el que ella esperaba desa-tascar el proceso. Mark Spencer, uno de los responsables de disciplina del gobierno, indicó al anunciar la agenda oficial ante la Cámara de los Comunes que el Ejecutivo informará sobre la tramitación de esta ley en la semana del 3 de junio, con la esperanza de que se vote el día 7.

Spencer compareció en lugar de Andrea Leadsom, hasta ahora líder conservadora en los Comunes, que dimitió el miércoles por desacuerdos con el texto. Varios ministros condenaron también el proyecto legislativo, en especial las concesiones hechas por su jefa para que se aprobara, entre ellas la posibilidad de legislar para convocar un segundo referéndum. La nueva oferta de May incluye asimismo un voto de los legisladores sobre una eventual unión aduanera temporal con la UE y garantías sobre el derecho de los trabajadores y la protección del medio ambiente.

Los legisladores conservadores dieron a May hasta hoy para anunciar la fecha de salida o enfrentarse a un posible moción de censura.

Varios medios británicos reportaron que aceptaría ceder el puesto de primera ministra el 10 de junio. El vocero de May, James Slack, dijo que la premier permanecería en el puesto durante la visita oficial a Gran Bretaña del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, entre el 3 y 5 de junio.

Los legisladores conservadores consideran a May cada vez más como un obstáculo para el Brexit, aunque su reemplazo se enfrentará al mismo dilema: un Parlamento profundamente dividido en cuanto a si dejar o no a la UE y qué tan cercana debe ser la relación con el bloque tras la salida.

Pocos dudan que sea el final del periodo de May, que se ha visto consumido por la decisión de Gran Bretaña de salir de la UE. Los conservadores más experimentados, como el secretario del Exterior Boris Johnson y varios miembros de su gabinete, ya buscan posicionarse con vistas a la próxima contienda por el liderazgo.

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