Los Ángeles.— El terremoto más fuerte en la zona en 20 años sacudió ayer el sur de California y partes de Nevada, generando nerviosismo durante el feriado del 4 de Julio y provocando algunos daños en un poblado cercano al epicentro mientras las réplicas continuaban.

El temblor fue el más fuerte en ese estado desde 1999 y se sintió en un área extensa, despertando el fantasma de El Grande (The Big One), un terremoto potencialmente devastador que se teme golpee en algún momento el oeste del país.

El foco sísmico se ubicó a 10.7 km de profundidad cerca de Searles Valley, una zona relativamente poco urbanizada 240 km al noreste de Los Ángeles, según datos actualizados del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).

El epicentro se localizó cerca de la pequeña ciudad de Ridgecrest, de unos 30 mil habitantes, y de una base militar de la Armada estadounidense, la Naval Air Weapons Station China Lake, un amplio espacio desértico donde se prueban bombas y misiles. Una responsable de esa base indicó a la AFP que la sacudida había provocado “daños considerables” en la base. “Hay incendios, fugas de agua y fugas de productos peligrosos”, declaró.

El sismo causó un número indeterminado de heridos muy leves en la zona, provocados sobre todo por el estallido de cristales o la caída de objetos o estanterías en las tiendas, informó David Witt, el jefe de los bomberos del condado de Kern, donde se encuentra Ridgecrest.

Mick Gleason, supervisor de distrito en el condado Kern, dijo a la cadena CNN que el hospital presentaba ciertos problemas estructurales y algunos pacientes tuvieron que ser trasladados de un pabellón a otro, mientras que otros más fueron enviados a un edificio vecino. No especificó en qué consistían los problemas estructurales.

Antes sus servicios habían indicado en Twitter que participaban en unas 20 intervenciones que iban desde “asistencia médica a incendios en la ciudad de Ridgecrest”, sin reportar víctimas. Sus colegas del vecino condado de San Bernardino informaron de daños en algunas carreteras y edificios agrietados.

El centro local para adultos mayores realizaba un evento por el 4 de julio cuando sobrevino el terremoto y todo el mundo salió a salvo, con nerviosismo, pero ilesos, agregó.

El presidente Donald Trump dijo en Twitter que había sido informado en detalle del sismo y que “todo parece estar bajo control”.

Testigos entrevistados por canales de televisión contaron cómo el temblor abrió cajones, dejó caer aparatos de TV y causó pánico entre muchos residentes.

El sismo principal fue seguido de varias réplicas más débiles. “Podemos esperar muchas réplicas”, dijo la sismóloga Lucy Jones en una conferencia de prensa, confirmando que se trató del impacto más fuerte que se siente en el sur de California desde 1999.

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