Washington.— Steve Bannon, exjefe de estrategia de la Casa Blanca e ideólogo de la ultraderecha populista que encumbró a lavado de dinero a la presidencia de Estados Unidos, fue detenido ayer por conspiración de fraude y lavado de dinero por una estafa que anunciaba que iba a construir partes del muro entre Estados Unidos y México con capital privado.

Horas después compareció vía videoconferencia, con cubrebocas, donde se declaró no culpable. Un juez de Manhattan le fijó fianza por 5 millones de dólares, de los que 1.7 millones deben ser en efectivo o en propiedades, y el resto, garantizado por dos avales.

Al salir, fue recibido por periodistas y simpatizantes, ante quienes dijo que “este fiasco total es para detener a personas que quieren construir el muro”. “¿Dónde está el dinero? ¿Cómo está yendo ese muro?”, coreaba la gente presente en el lugar.

Se le permitió regresar a Connecticut, donde trabaja, pero se le restringieron viajes y se le prohibió comunicarse con gente de la campaña We Build the Wall (Nosotros Construimos el Muro) o recaudar fondos para la misma.

De acuerdo con la fiscal interina de Manhattan, Audrey Strauss, junto a otros tres socios de We Build the Wall, Bannon “estafó a centenares de miles de donantes, capitalizando su interés en financiar una barrera fronteriza recaudando millones de dólares, bajo el falso pretexto que ese dinero se iba a destinar a la construcción”.

We Build the Wall era una campaña famosa entre los sectores de la ultraderecha en Estados Unidos, y había recaudado más de 25 millones de dólares de donantes anónimos. Si bien creían que su dinero iba para la construcción del muro que tanto prometió Donald Trump en la frontera con México, Bannon desvió al menos un millón a su bolsillo para pagar gastos personales.

El fundador de We Build the Wall, Brian Kolfage (también detenido), se embolsó 350 mil dólares, un dinero canalizado a sus cuentas personales a través de empresas pantalla. Otras dos personas, también arrestadas, ayudaron en la estafa.

Bannon fue arrestado por inspectores del servicio postal estadoundiense en un bote en la costa de Connecticut, según la CNN, y de ser declarado culpable se enfrenta a penas de cárcel de hasta 20 años por cada uno de los dos delitos de los que se le acusa. Deberá comparecer el 31 de agosto.

Trump declaró que lo sucedido a Bannon era “muy triste”, pero dijo “no saber nada” del proyecto y no estar de acuerdo porque la construcción del muro tenía que ser obra del gobierno y no del sector privado. “Me sonó más como una forma de alardear”, afirmó.

A pesar de que el presidente dijo no saber nada del proyecto, el actual secretario de Seguridad Nacional interino, Chad Wolf, hizo una visita al muro erigido por una organización plagada de caras conocidas de su entorno. Además de Bannon, forman parte de su consejo asesor Kris Kobach, ex secretario de Estado de Kansas que lideró por órdenes de Trump una investigación fracasada sobre el supuesto fraude electoral perpetrado por indocumentados y que en enero de 2019 aseguró que Trump había dado su “bendición” al proyecto de “We Build the Wall”, así como grandes valedores del mandatario como David Clarke, el ultraconservador ex alguacil de Milwaukee.

Tras la detención de sus líderes, la página web de “We Build the Wall” seguía activa, en la que se destacaba una cita del hijo primogénito de Trump, Donald Jr, alabando el trabajo de la organización; el manifiesto del proyecto asegura que su “misión es unir a ciudadanos privados que comparten la creencia compartida de proveer seguridad nacional en nuestra frontera sur con la construcción, gestión y mantenimiento de barreras físicas que imposibiliten la entrada ilegal a los Estados Unidos”.  

Se enorgullecía de haber construido 3 millas (4.82 kilómetros) de valla en las orillas del Río Bravo en Nuevo México y Texas, por una fracción mínima del monto recaudado en la campaña a través de Internet. Grupos ecologistas habían demandado una construcción que, según varios reportes, se estaba erosionando de tal forma que ponía en riesgo su estabilidad.

Hace justo tres años que Bannon fue despedido de la Casa Blanca como estratega político de la administración, después de elevar a Trump hasta la cima del poder en Estados Unidos gracias a su ideario populista y extremista como responsable de la campaña del entonces magnate en los momentos decisivos de la carrera electoral de 2016.

En la administración desarrolló una tarea oscura que le valió el sobrenombre de “presidente entre bambalinas”, e incluso se aseguró que manejaba a Trump como una marioneta. Eso no gustó nada al ego de Trump, que lo fulminó a mediados de agosto de 2017.  

Kate Bedingfield, jefa de campaña de Joe Biden, quien ayer aceptó la nominación del Partido Demócrata como candidato a la presidencia, dijo que  la detención de Bannon es  una demostración más de que “Trump está encabezando la administración más corrupta de la historia de EU”. “No necesitábamos una acusación federal para saber que Bannon es un fraude […] No es una sorpresa que otro de los estafadores de los que se rodeó y puso en altos cargos del gobierno hayan sido acusados”, añadió.

Bannon se une así a la decena de exasesores del presidente en ser acusados, detenidos o encarcelados por varios delitos que van desde el asalto hasta el lavado de dinero, pasando por  manipulación de testigos y el fraude fiscal y bancario.

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