Damasco.— Más de 60 mil personas han huido de sus hogares ante las operaciones turcas en la frontera siria con Turquía. Mientras diversos jefes de Estado y organismos internacionales pidieron el fin de la ofensiva, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan amagó ayer con enviar 3.6 millones de migrantes a Europa si continúan las críticas.

De acuerdo con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), los más de 60 mil civiles huyeron de ciudades como Darbasiya y Ras al Ain, que casi han quedado vacías. Las tropas sirias y las milicias kurdas están combatiendo en esas zonas de frontera en las que Ankara aspira a crear una “zona segura” para reasentar a 2 millones de refugiados sirios.

De acuerdo con las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una alianza liderada por kurdos, al menos 10 personas han muerto hasta el momento por los bombardeos turcos. Por su parte, Erdogan dijo que sus tropas han matado a 109 “terroristas” y herido y hecho prisioneros a numerosos miembros de las YPG, la milicia kurda hasta ahora aliada de Estados Unidos en la lucha contra el yihadista Estado islámico pero a la cual Ankara considera una organización terrorista.

El miércoles por la noche inició el asalto terrestre y las fuerzas turcas atravesaron la frontera con Siria, concentrando sus operaciones en los sectores limítrofes de Ras al Aín y de Tal Abyad, controlados por las fuerzas kurdas. En total han conquistado 11 pueblos cerca de estas dos ciudades, según el OSDH.

En Nueva York, al cabo de una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, los cinco países europeos miembros —Francia, Alemania, Bélgica, Reino Unido y Polonia—, exigieron el cese de lo que llamaron una “acción militar unilateral”.

Por su parte, el secretario general, António Guterres, expresó su “profunda preocupación” y recalcó que es “absolutamente esencial” reducir los enfrentamientos.

“No creo en soluciones militares para el problema sirio ni para cualquier otro en el mundo. Las operaciones deben siempre respetar la Carta de Naciones Unidas y el Derecho Humanitario”, indicó.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, afirmó que la ofensiva de Turquía contra las fuerzas kurdas, que comenzó esta semana contra las milicias kurdosirias de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), supone un riesgo de ayudar al Estado Islámico a reconstruir un califato.

Sin embargo, un funcionario estadounidense aseguró que Siria no ha cruzado la línea roja trazada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien pidió a sus diplomáticos que mediaran para un cese el fuego. Como ejemplos de línea roja citó una “limpieza étnica” o “ataques indiscriminados”.

La oferta de mediación de Trump se da luego de que fuera él quien anunció el retiro de tropas del norte de Siria, dando vía libre a la operación turca, algo que generó críticas de demócratas y republicanos que lo acusaron de abandonar a los kurdos después de que éstos apoyaron la lucha contra el EI.

Frente a las críticas europeas, Erdogan se mostró desafiante. “¡Oh, Unión Europea, entra en razón! Lo digo de nuevo: si ustedes intentan presentar nuestra operación como una invasión, abriremos las puertas y les enviaremos 3.6 millones de migrantes.

“Ustedes nunca fueron sinceros. Ahora dicen que bloquearán 3 mil millones de euros [prometidos a Turquía por el acuerdo migratorio]. ¿Acaso respetaron ustedes alguna vez alguna promesa de las que nos hicieron? No”, recalcó en un discurso en Ankara.

“Erdogan tiene las manos manchadas de sangre”. Siria acusó ayer a Turquía de “atacar a civiles bajo la excusa de la lucha antiterrorista” y a Erdogan de “tener las manos manchadas de sangre de sirios asesinados por terroristas que tanto él como su régimen patrocinan”.

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