El Ministerio ruso del Interior advirtió ayer que reprimirá “duramente” las protestas ilegales y otras violaciones de la ley, previo a las elecciones presidenciales de marzo, en las que el jefe del Kremlin, Vladímir Putin, buscará la reelección.

“Estamos totalmente a favor del derecho garantizado por la Constitución y la ley federal de los ciudadanos a celebrar actos, mítines y manifestaciones”, dijo Alexandr Gorovói, viceministro del Interior.

En cambio, agregó, “debemos reaccionar y reprimir con total dureza cualquier violación de dichas leyes”. Denunció la existencia de elementos interesados en desestabilizar la situación en el país y recordó que el pasado 12 de junio la oposición extraparlamentaria liderada por Alexéi Navalni convocó una protesta con ocasión del Día Nacional en el mismo corazón de Moscú.

“¡Y ahora aún se quejan al Tribunal Europeo de Derechos Humanos!”, lamentó, en alusión a Navalni, quien denunció el miércoles en dicha corte en Estrasburgo el “acoso” del que, dijo, es objeto por parte del Kremlin.

El viceministro subrayó que las fuerzas del orden deben tratar a todos igual y nunca participar en la lucha política, pero deben adoptar medidas contra los infractores de la ley. Las dos protestas no autorizadas convocadas por Navalni en marzo y junio del pasado año provocaron la detención de centenares de manifestantes, en su mayoría en la capital rusa. Para este domingo Navalni convocó ya a una protesta que no está autorizada.

El opositor alentó a sus seguidores a responder a la convocatoria porque “en 99% de los casos la forma de la lucha política más segura, efectiva y simple son las manifestaciones”. Afirmó que participarán ciudadanops de 115 ciudades.

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