La Habana.— El líder cubano y expresidente, Raúl Castro, anunció que renuncia como máximo dirigente del Partido Comunista de Cuba (PCC).

Su salida pone fin a una era de liderazgo formal de los Castro desde el triunfo de la Revolución en 1959.

“En lo que a mí se refiere concluye mi tarea como primer secretario al comité central del Partido Comunista de Cuba con la satisfacción de haber cumplido y la confianza en el futuro de la patria”, dijo durante un informe de apertura del VIII Congreso de la organización.

Además, llamó a un “diálogo respetuoso” entre Cuba y Estados Unidos, en su último gran discurso como dirigente máximo del país. “Ratifico desde este congreso del partido la voluntad de desarrollar un diálogo respetuoso y edificar un nuevo tipo de relación con los Estados Unidos”, sin renunciar “a los principios de la Revolución y el socialismo”, dijo. Raúl fue coautor en 2014 del deshielo entre los dos países junto con Barack Obama, que puso fin a medio siglo de fuerte confrontación y reactivó las relaciones diplomáticas, rotas desde 1961 y restablecidas en 2015; sin embargo, el republicano Donald Trump desmanteló buena parte de lo avanzado entre los dos países, e implementó un duro reforzamiento del embargo vigente desde 1962.

Sesenta años después de que su hermano Fidel Castro proclamara el carácter socialista de la Revolución cubana, Raúl, de 89 años, también fustigó la “guerra económica” que Washington libra contra la isla “con la declarada meta de estrangular al país y provocar un estallido social”.

La histórica reunión en el Palacio de Convenciones de La Habana, que durará cuatro días y en la que participan 300 delegados de todo el país, marca la salida de este líder revolucionario y el ascenso de una nueva generación. En su ingreso a la reunión con su uniforme de general de cuatro estrellas, seguido por su sucesor designado, el presidente Miguel Díaz-Canel (60), Raúl recibió un largo aplauso de los delegados, según las imágenes divulgadas por la televisión estatal.

Raúl también culpó al “neoliberalismo” de las manifestaciones de “inestabilidad social” en América Latina. Reconoció los “problemas estructurales” de la economía del país, sumido en una grave crisis, aunque ordenó seguir poniendo límites al sector privado para evitar la “destrucción del socialismo”.

Díaz-Canel, que lo reemplazó en la presidencia en 2018, será también el primer dirigente civil del partido, en el que ha hecho toda su carrera. Está previsto que sea designado primer secretario, el más alto cargo del país, el lunes durante la última jornada.

Es “el congreso de la continuidad”, dijo en Twitter, señalando que las directrices del país, una de las cinco últimas naciones comunistas en el mundo, no cambiarán.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Más Información

Noticias según tus intereses