Ciudad de Panamá.— El papa Francisco se despidió ayer, en Panamá, con una exhortación para lograr una “solución justa y pacífica” a la crisis en Venezuela, con respeto a los derechos humanos, y dirigió mensajes de pesar a México, por las víctimas de la explosión de un ducto; a Brasil, por el colapso de un dique de contención de residuos, además de que repudió los actos terroristas en Colombia y Filipinas.

El Pontífice finalizó una histórica visita que inició el pasado miércoles para acudir a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que empezó el martes anterior en esta ciudad y concluyó ayer. El avión de Avianca, que lleva a Francisco a Roma despegó a las 18:26 horas locales (17:26 en el centro de México) del aeropuerto Tocumen, de esta capital.

“Aquí en Panamá he pensado mucho en el pueblo venezolano, al que me siento particularmente unido en estos días. Ante la grave situación por la que atraviesa, pido al Señor que se busque y se logre una solución justa y pacífica para superar la crisis, respetando los derechos humanos y deseando efusivamente el bien de todos los habitantes del país.

“Los invito a rezar, poniendo esta intercesión bajo el amparo de Nuestra Señora de Coromoto, Patrona de Venezuela”, dijo en el rezo del Ángelus en una visita a la casa hogar El Buen Samaritano (en el este de la capital panameña), sitio que atiende a personas en riesgo social y de salud.

El papa Francisco llegó a Panamá el día en el que el opositor venezolano Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional, se autoproclamó presidente interino de Venezuela. Francisco eludió referirse a Venezuela, y el Vaticano aclaró que el Pontífice seguía atento los hechos, hasta que ayer rompió el silencio.

El papa Francisco envió en el Ángelus su pesar a México por la explosión de una toma clandestina de combustible acontecida el pasado 18 de enero en el municipio de Tlahuelilpan, Hidalgo, que dejó al menos 114 muertos y decenas de heridos. También se condolió por las muertes en Brasil por la ruptura de un dique minero en la localidad de Brumadinho.

“Deseo expresar mis sentimientos de pesar por las tragedias que han golpeado al estado de Minas Gerais, en Brasil, y al estado de Hidalgo, en México. Encomiendo a la misericordia de Dios a todas las personas fallecidas y al mismo tiempo que rezo por los heridos, y expreso mi afecto y cercanía espiritual a sus familias y a toda la población”, añadió.

En Brasil, la represa de contención de residuos colapsó el viernes anterior y dejó un saldo inicial de 34 muertos y 300 desaparecidos.

Además, el Pontífice repudió el atentado terrorista que el Ejército de Liberación Nacional (ELN), una guerrilla comunista de Colombia, perpetró el pasado jueves 17 en una escuela policial de Bogotá; dejó 22 muertos y numerosos heridos. Fueron “asesinados por el odio terrorista”, acusó.

También reprobó un ataque terrorista ocurrido ayer en una catedral católica en Filipinas, con al menos 20 muertos. Con una multitudinaria misa matutina al aire libre, el Ángelus, una cita vespertina con voluntarios de la JMJ y la despedida en Tocumen, el Pontífice cerró su visita a Panamá.

Cabe destacar que la próxima JMJ se realizará en Lisboa, Portugal, en 2022.

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