Río de Janeiro.— Brasil vivió ayer una jornada de tensión: centenares de manifestantes salieron a las calles en Río de Janeiro y Sao Paulo para manifestarse a favor y en contra del presidente Jair Bolsonaro, un termómetro de las turbulencias políticas que acompañan la crisis por la pandemia de coronavirus que golpea con fuerza a esa nación.

El país más grande de Latinoamérica ha reportado cerca de medio millón de contagios y más de 28 mil muertos por Covid-19, pero expertos apuntan que ambas cifras están subnotificadas por la falta de capacidad de testeos.

En Sao Paulo, seguidores del mandatario se acercaron a detractores que se manifestaban y surgieron enfrentamientos. La policía disparó gases y balas de goma contra los manifestantes. Hubo cinco detenidos.

En Río de Janeiro, la policía montó un cordón entre ambos grupos, que protestaban frente a la playa de Copacabana.

En Brasilia, cientos de manifestantes se reunieron en la Plaza de los Tres Poderes, en las inmediaciones del palacio presidencial de Alvorada. Bolsonaro montó un caballo de la policía federal y saludó a sus seguidores sin máscara de protección en el rostro, violando una órden del gobierno del Distrito Federal que prevé multas para quien no la use.

El mandatario no hizo declaraciones y se limitó a saludar y abrazar a muchos de los asistentes, cargó algunos niños en sus brazos y posó para fotos.

Brasil es ya el segundo país del mundo con más casos de Covid-19 —casi medio millón—, y el cuarto en decesos —más de 28 mil 800—. América es el nuevo foco de la pandemia, siendo Estados Unidos el más afectado, con más de un millón 784 mil casos y más de 104 mil muertes. En la región, también México y Perú han sufrido el embate del virus.

El desconfinamiento y la desescalada se ven lejos.

Del otro lado del mundo, la célebre Explanada de las Mezquitas en Jerusalén reabrió sus puertas este domingo, después de permanecer dos meses cerrada, en un nuevo ejemplo del lento regreso a la normalidad en el mundo.

Su reapertura se suma a la de la Basílica de la Natividad el martes en Belén, lugar de nacimiento de Jesús según la tradición cristiana, ubicada en Cisjordania.

Irán, el país de Medio Oriente más afectado por la pandemia, anunció ayer mismo que el número de contagios superó los 150 mil, en momentos en que la república islámica registra una aceleración de la propagación del virus, que ha dejado además 7 mil 797 muertos, 63 de ellos en las últimas 24 horas. El sábado, el presidente Hasan Rohani anunció la reanudación de las plegarias colectivas en las mezquitas.

En Europa, la mayoría de países avanza con firmeza en prudentes desconfinamientos por fases, con una posible reapertura de las fronteras internas de la Unión Europea el 15 de junio. La necesidad de reactivar el turismo, crucial en estos momentos, marca el ritmo del acto.

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