Bruselas.— La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) expulsará a siete diplomáticos rusos y bloqueará la acreditación de otros tres en respuesta al envenenamiento del ex espía ruso Serguei Skripal y su hija en Reino Unido. Irlanda y Moldavia se sumaron a la lista de países que expulsan funcionarios rusos por la misma razón, pero el Kremlin asegura que todo es parte de un “chantaje”.

Las expulsiones determinadas por la OTAN, de las que informó el director de la organización, Jens Stoltenberg, reducen a 20 miembros el máximo de representantes que podrá tener Rusia ante la alianza, 10 menos que el límite establecido hasta ahora. “Seguiremos trabajando por un diálogo significativo” con el Kremlin, pero la medida anunciada “envía un mensaje muy claro a Rusia de que hay costos”, señaló.

El lunes, Estados Unidos, Canadá y 16 países de la Unión Europea (UE), entre otros anunciaron expulsiones de diplomáticos rusos. Ayer, el ministro irlandés de Asuntos Exteriores, Simon Coveney, dijo que el embajador ruso en Dublín, Yury Filatov, fue convocado al Departamento de Asuntos Exteriores para informarle sobre la decisión del gobierno irlandés de expulsar a uno de sus diplomáticos.

En Moldavia, la cancillería confirmó la expulsión de tres diplomáticos rusos para mostrar su solidaridad al Reino Unido y les dio de plazo siete días para abandonar el país. Australia dijo que su país expulsará a dos.

Serguei Skripal, ex agente de los Servicios de Inteligencia Militar Rusa (GRU) quien pasó información al servicio secreto británico M16, y su hija Yulia fueron encontrados inconscientes el pasado 4 de marzo en un parque en Salisbury, en el sur de Inglaterra, con síntomas de envenenamiento.

El laboratorio de investigación de la base militar británica de Porton Down identificó la sustancia utilizada en el envenenamiento a los Skripal como A234, parte de un grupo de agentes nerviosos de grado militar creados por Rusia, conocido comúnmente como Novichok. Padre e hija siguen internados en estado crítico.

La semana pasada, en la cumbre del Consejo Europeo se determinó que “es muy probable que la Federación de Rusia haya sido responsable del ataque en Salisbury y que no hay explicación alternativa plausible”. Así, suman al menos 148 los diplomáticos rusos expulsados hasta el momento, incluyendo 60 por parte de EU.

Moscú atribuyó a “presiones y chantaje” de parte de EU la masiva expulsión de funcionarios. “Cuando nos piden que salgan de algún país uno o dos de nuestros diplomáticos mientras nos susurran disculpas al oído, sabemos que es el resultado de una presión colosal, un chantaje colosal, que ahora lamentablemente es el principal instrumento de Washington en la arena internacional”, afirmó el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov. Luego, advirtió: “Responderemos, no lo duden, nadie quiere aguantar groserías como esas, y nosotros tampoco las soportaremos”.

La Cancillería rusa, en boca de su portavoz, María Zajárova, ya adelantó que la respuesta será “recíproca” y que se tratará a cada país de acuerdo con el número de diplomáticos rusos que haya expulsado o con otras medidas, como es el caso del cierre de un consulado ruso en EU.

En Washington, el secretario de Defensa de EU, Jim Mattis, aseguró que el envenenamiento del ex espía es parte de una estrategia de llevar a cabo operaciones y luego negar responsabilidad por ellas y que está diseñada para dividir a Occidente. “Están [los rusos] tratando de romper la unidad de la alianza occidental, OTAN y ese tipo de cosas”, dijo.

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