Frankfurt.— El miedo gana terreno en una Alemania donde cada día marca récord de contagios por el Covid-19, lo que llevó a la canciller Angela Merkel a advertir que la cuarta ola que enfrenta el país será “peor de todo lo que hemos visto hasta ahora”.

El gobierno alemán no escatimó mensajes bruscos, en su esfuerzo por hacer entender a la población de la urgencia de que se vacune, en una nación donde la tasa de vacunación es inferior al 70%, nivel más bajo que en otros países europeos.

Las restricciones actuales “ya no son suficientes”, advirtió Merkel, luego de que Alemania superó el récord de 65 mil casos diarios. La situación, advirtió la gobernante ante dirigentes de su partido, el conservador CDU, es “altamente dramática”. De persistir la evolución actual, dijo, el panorama “va a ser peor de todo lo que hemos visto hasta ahora”.

La canciller saliente y su probable sucesor, Olaf Scholz, ya decidieron la semana pasada endurecer las restricciones para las personas no vacunadas.

Pero Merkel no fue la única. Con una frase impactante, el ministro de Salud alemán, Jens Spahn, pidió a la gente vacunarse “urgentemente”. Para el final del invierno, aseveró, “prácticamente todos los alemanes estarán vacunados, curados o muertos” debido a la propagación de la variante Delta, “muy, muy peligrosa”. Ironizó así con la regla de las 3G (vacunado, curado o sometido a test, con resultado negativo) que se aplica para el acceso a determinados eventos o locales cerrados y que se pretende introducir en el transporte público.

En Austria, al miedo se sumó la confusión y la frustración, al iniciar el cuarto confinamiento, también en medio de un récord de casos, con los hospitales saturados y la población harta.

El regreso de las restricciones ha enfurecido a los europeos, desatando una ola de protestas, que ayer el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, calificó de “pura violencia”.

El aumento de casos en Europa llevó al Departamento de Estado de Estados Unidos a desaconsejar los viajes a Alemania y Dinamarca, situando ambos países en el máximo nivel de riesgo en el que ya estaban Austria, Países Bajos o Bélgica. La Casa Blanca, por su parte, descartó nuevos confinamientos o cierres de actividades económicas, pese al repunte de casos de Covid-19.

“Podemos frenar la expansión del virus sin tener que seguir ese camino cerrando nuestra economía”, aseguró el coordinador de la respuesta de la Casa Blanca a la pandemia, Jeff Zients, quien recordó que al menos 82% de personas en Estados Unidos ha recibido como mínimo una dosis de la vacuna.

Nueva Zelanda, mientras tanto, levantará en diciembre un confinamiento de tres meses y medio en la ciudad de Auckland, la más grande del país, al adoptar una nueva estrategia de control del coronavirus, anunció el lunes la primera ministra Jacinda Ardern. Ahora, el país seguirá un sistema de códigos de colores, parecidos al de un semáforo, que determina el nivel de riesgo del Covid-19.

En Beijing, por temor al virus, los paquetes procedentes del extranjero tendrán que permanecer en estancias ventiladas 24 horas, además de pasar tres rondas de desinfección.

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