Teherán.— Irán comenzó ayer a aplicar restricciones a las inspecciones de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) en lo que concierne a sus actividades nucleares, tras expirar un plazo fijado por Teherán para el levantamiento de las sanciones estadounidenses.

“La aplicación de [la] ley [del Parlamento] empezó esta mañana”, indicó el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohamad Javad Zarif.

En este contexto tenso, la AIEA dijo estar “profundamente preocupada” por la posible presencia de materia nuclear en un laboratorio iraní no declarado, según un informe interno consultado el martes por la AFP. La agencia de la ONU también señaló que Irán dispone de existencias de uranio enriquecido con una cantidad 14 veces superior al límite establecido.

Además, Francia, Alemania y Reino Unido lamentaron “profundamente” la restricción “peligrosa” de las inspecciones de la AIEA e instaron a Teherán “que detenga y revierta todas las medidas que reduzcan la transparencia y que coopere absolutamente”.

Según un texto promulgado por el Parlamento iraní en diciembre, el gobierno limitará ciertas inspecciones de la AIEA a instalaciones no nucleares, incluidos sitios militares sospechosos, en caso de mantenerse las sanciones restablecidas en 2018 por la anterior administración estadounidense, después de que el expresidente Donald Trump, retirara unilateralmente a su país del acuerdo nuclear.

Desde 2019 Irán se ha liberado progresivamente de varias limitaciones que había acordado sobre su programa nuclear a cambio de una flexibilización de las sanciones en su contra.

Irán y la AIEA anunciaron el domingo un acuerdo “temporal” para mantener un control de las actividades nucleares, aunque reducido, en tanto empiezan las conversaciones diplomáticas entre las partes integrantes del acuerdo internacional, que brindara un marco al programa nuclear iraní concluido en Viena, en 2015, en un intento de romper el bloqueo.

El director general de la AIEA, el argentino Rafael Grossi, había afirmado que su organización sigue “siendo capaz de mantener el nivel necesario de vigilancia y constatación”, tras las conversaciones con funcionarios iraníes, el domingo en Teherán.

El portavoz del gobierno iraní, Ali Rabii, dio ayer la bienvenida a la conclusión de un acuerdo “eficaz y tranquilizador” con Grossi. En virtud de este “acuerdo técnico bilateral”, que dura tres meses, pero puede suspenderse en cualquier momento, el número de inspectores sobre el terreno no cambia y los controles sin previo aviso siguen siendo posibles.

“El núcleo de este acuerdo es que las cintas grabadas sobre nuestro programa nuclear (...) se conservarán y no se facilitarán a la Agencia”, dijo Zarif. La Organización de Energía Atómica de Irán afirmó el domingo que las cintas serán “retiradas” si las sanciones no se “levantan completamente en tres meses”. El líder supremo del país, el ayatolá Ali Jamenei, indicó el lunes que Irán no cedería a la presión estadounidense por su programa nuclear.

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